Xunta e Instituto Cervantes se unen en la promoción de la lengua y la cultura de Galicia

El acuerdo, que incluye a la Academia de Belas Artes contempla la difusión internacional de la figura de Castelao

Luis García Montero, Román Rodríguez y Manuel Quintana en la firma del acuerdo.

El conselleiro de Cultura e Turismo, Román Rodríguez, firmó el 14 de diciembre un protocolo general de actuación con el director del Instituto Cervantes, Luis Manuel García Montero, y con Manuel Quintana Martelo en representación de la Real Academia Galega de Belas Artes, con el objetivo de colaborar en la realización de acciones y actividades relacionadas con la promoción y la difusión internacional de la lengua y cultura gallegas y, especialmente de la figura de Castelao.

De este modo, las respectivas sedes de estas instituciones y los centros del Instituto Cervantes en el exterior podrán organizar actividades conjuntas y encuentros relacionados con el gallego, así como programar la difusión de otras acciones culturales sobre la obra de Castelao. El acuerdo tendrá una vigencia de cuatro años desde la fecha.

El conselleiro de Cultura e Turismo mostró su satisfacción tras la firma de este protocolo que supondrá un impulso para la cultura y lengua gallegas en el exterior. Román Rodríguez destacó que “la lengua es la mayor creación colectiva de los gallegos y nos unen con el pasado de nuestro pueblo, porque de él la recibimos como patrimonio vivo y será el legado de nuestra identidad común”. Además añadió que el acuerdo servirá como “motor de difusión de todo lo que significa Galicia: nuestra cultura y nuestro modo de entender la vida”.

Castelao, artista gráfico universal

Alfonso Daniel Rodríguez Castelao (Rianxo, 1886-Buenos Aires, 1950) fue escritor, político y artista global (caricaturista, dibujante, ilustrador, pintor, escenógrafo y teórico del arte). Aunque estudió medicina, enseguida se orientó profesionalmente hacia las artes gráficas. Durante años, compaginó los dibujos con las pinturas, algunas de gran formato, con lo que participaba en exposiciones colectivas y muestras individuales. A principios de la década de 1920, la pintura cedió terreno a las colaboraciones gráficas, que se convirtieron en su principal actividad. Los años 30 son época de madurez y de compromiso político, lo que se percibe claramente en los carteles del momento y en los dibujos con que prepara las Estampas de guerra con los que consiguió una difusión internacional. A partir de 1939 cabe destacar sus Debuxos de negros, así como las ilustraciones y escenografías para su obra teatral Os vellos non deben de namorarse.

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