Votantes sin Fronteras reclama cambios en la ley electoral para que los residentes en el exterior puedan votar sin trabas

Que el 94% de los catalanes en el exterior no vayan a votar “debería hacer saltar las alarmas democráticas de la sociedad catalana y en el conjunto de España”, afirman / Y recuerdan que “los emigrantes siguen afectados por lo que se decide en su país de origen y como cualquier otro grupo tienen derecho a representación”

La organización Votantes sin Fronteras, que impulsa que los ciudadanos de la Unión Europea puedan votar sin trabas en su país de residencia o en su lugar de origen, ha afirmado que “la ley electoral española necesita ser reformada urgentemente” porque “el sufragio universal no está garantizado para todos los ciudadanos de la misma manera”, señalan en referencia a los votantes residentes en el extranjero que siguen “afrontando excesivas e innecesarias dificultades” para ejercer su derecho.

En un artículo firmado por Iago Rodríguez y Tommaso Bratto de Votantes sin Fronteras, recuerdan que, desde la reforma de la Ley Electoral en 2011, en la que se instauró el actual sistema de voto rogado, la participación exterior ha caído en picado. Entre otras dificultades, destacan la inaccesibilidad de los consulados que ya sea por la distancia o los restringidos horarios de apertura, no facilitan la conciliación laboral con la necesidad de ‘rogar’ el voto; es decir, de pedir a las instituciones públicas la concesión del derecho a votar, como si no fuera algo garantizado por la Constitución.

Citan el caso de una joven, Alina de 23 años, que reside en Holanda y que tuvo que trasladarse desde su ciudad de residencia hasta el Consulado español en Amsterdam para ‘rogar’ su voto. Finalmente no podrá ejercer su derecho al voto en los comicios autonómicos de Cataluña porque se ha demorado el envío de la documentación necesaria.

Votantes sin Fronteras recuerda que la solicitud del voto exterior para el 14-F ha caído un 60% desde las elecciones pasadas de 2017. En esta ocasión solamente 15.509 ciudadanos –sobre un censo de 255.087– han solicitado el voto, mientras que en las elecciones de hace cuatro años fueron 39.521. Esto significa que solo el 6% de los catalanes en el extranjero han pedido votar. A efectos prácticos es como si la totalidad de los catalanes en el extranjero no fuesen a votar. Esto es asumiendo que todos los que han pedido votar acaben haciéndolo ya que en anteriores elecciones solo se contabilizaron los sufragios emitidos por dos tercios de quienes lo solicitaron.

Así las cosas, Votantes sin Fronteras se pregunta si no hay un interés público en garantizar la participación democrática de los catalanes que viven en el extranjero. “Que el 94% de los votantes en el extranjero no vayan a ejercer sus derechos debería hacer saltar las alarmas democráticas de la sociedad catalana y en el conjunto de España” señalan y recuerdan que “los emigrantes siguen afectados por lo que se decide en su país de origen y como cualquier otro grupo tienen derecho a representación”.

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