En repetidas ocasiones ha afirmado que si el siglo XX fue el siglo de la emigración gallega, el siglo XXI será el del retorno. Pero, ¿qué le ofrece Galicia al más de medio millón de gallegos residentes en el extranjero y a sus descendientes?
Se trata de trasladar a los gallegos de la diáspora que en nuestra Comunidad tienen siempre la puerta abierta. Lo cierto es que vivimos en una Galicia mucho mejor que la que conocieron sus padres o abuelos, marcada por todos los avances que nos ha traído la democracia y el autogobierno. Galicia ya no es un lugar del que marcharse, sino un lugar al que volver.
Así, a los retornados, Galicia les ofrece la calidad de vida por la que somos conocidos, la estabilidad política y económica y también diversas oportunidades para emprender o formarse que hemos puesto en marcha en los últimos años.
En los próximos años el problema demográfico que padece la Comunidad -y buena parte de Europa- se va a ir agravando. Ya en su discurso de investidura en 2016 se refirió a la importancia de potenciar el retorno como una de las medidas para paliar el efecto de la pérdida y envejecimiento de la población que sufre Galicia. ¿Considera que deberían redoblarse estos esfuerzos en los próximos años? ¿Qué papel pueden jugar los gallegos en el exterior para solucionar el problema demográfico?
Estamos trabajando mucho en esta línea y lo cierto es que está dando resultados. De hecho, 2018 fue el año con mayor crecimiento del retorno de la última década, con más de 7.000 retornados en ese ejercicio. De ellos, el 53% son menores de 45 años, por lo que en el retorno encontramos un gran aliado para afrontar el reto demográfico.
Estoy seguro de que los gallegos del exterior, especialmente los más jóvenes, verán Galicia como una puerta de entrada a Europa, una sociedad donde al fin y al cabo tienen sus raíces y que puede ofrecerles muchas oportunidades. Sin duda, su retorno es también una oportunidad para Galicia.
Si sale elegido de nuevo presidente de la Xunta, ¿mantendrá y ampliará estas políticas de apoyo al retorno? En este sentido, ¿se ha planteado la creación de nuevo de una Consellería de Emigración y Retorno?
Lo importante no es la forma, sino el fondo. Y lo cierto es que nuestra apuesta por la Galicia exterior se ha multiplicado exponencialmente en los últimos años. En esta legislatura hemos puesto en marcha la Estratexia Retorna 2020, con más de medio centenar de medidas, específicas y transversales, que suman 235 millones de euros, y que está contribuyendo, sin duda, al auge del retorno.
Esta apuesta decidida por el retorno se ha materializado, entre otras cosas, en el refuerzo de programas fundamentales, como el de ayudas extraordinarias a los emigrantes retornados, la línea de apoyo al retorno emprendedor o las Bolsas Excelencia Mocidade Exterior-BEME. En cuatro años, hemos multiplicado por 12 el presupuesto destinado a estos programas, facilitando la vuelta a casa de casi 2.250 familias gallegas del exterior.
Y todo ello sin olvidar la ampliación de la Oficina Integral de Asesoramiento y Seguimiento al Retorno, que por primera vez en la historia cuenta con presencia en las cuatro provincias, y que nos permite acompañar personalmente a los gallegos del exterior en su proceso de retorno.
En la legislatura que acaba de terminar la Xunta ha venido ejecutando la Estratexia Retorna 2020. Esta acción ¿ha dado los frutos esperados? ¿Cuál es el balance de su aplicación?
El 100% de las medidas contempladas en la Estratexia Retorna están en marcha. Y el grado de cumplimiento de la mayoría es muy elevado. El balance es excelente, pero no sólo a nivel interno, si no también externo. Esos 235 millones de los que hablábamos tenían por objetivo final facilitar la vuelta a Galicia de más de 20.000 gallegos en el período 2018-2020. Si mantenemos las cifras de retorno de la legislatura, habremos alcanzado la meta con nota: más de 18.200 gallegos retornaron entre 2016 y 2018; cifras que aumentan año tras año. Por lo tanto, teniendo en cuenta que quedan dos años, cumpliremos la cifra de 20.000 gallegos retornados.
Una de las medidas estrella de esta Estratexia Retorna 2020 son las Bolsas Excelencia Mocidade Exterior (BEME) cuya cuarta convocatoria se publicará en breve. ¿Considera que se trata de una iniciativa adecuada? ¿Ha tenido una buena acogida entre los residentes en el extranjero?
Hace pocos días he tenido la oportunidad de estar con los jóvenes que se benefician de estas becas en la presente convocatoria. La acogida ha sido excelente, se han cubierto las 150 plazas y eso nos ayuda a conectar con los jóvenes del exterior, a mantener el vínculo con la diáspora ya en la siguiente generación.
Su puerta de entrada a Galicia tiene que ver, en este caso, con las oportunidades de formación que ofrecen nuestras universidades. Por lo tanto, creemos que ha sido una buena iniciativa para que los jóvenes conserven el vínculo con Galicia y quizá decidan instalarse aquí. Ese vínculo lo trabajamos con otros proyectos, como el Conecta con Galicia, que en 2019 cumplía 30 años y ahora también, como he anunciado en mi reciente viaje a Uruguay, extendiendo a los jóvenes de la diáspora las ventajas del Carné Joven para que puedan disfrutarlas en Galicia, España y Europa.
Junto a las BEME están las becas para la realización de ciclos superiores de Formación Profesional, que gestiona la Consellería de Educación, Universidade e Formación Profesional. ¿Qué valoración hace de este programa?
La Formación Profesional está incrementando su prestigio en nuestra sociedad por su gran capacidad de inserción laboral. Hoy en día la FP es sinónimo de innovación y empleo. Por lo tanto, queremos ofrecer también esta oportunidad de formarse a los jóvenes del exterior.
Otro aspecto en el que se ha hecho especial hincapié en la Estratexia Retorna 2020 ha sido el retorno emprendedor. ¿Qué medidas concretas ha ejecutado la Xunta en la última legislatura para favorecer la integración de los retornados en el mercado laboral gallego?
Efectivamente, en los últimos años hemos activado la línea de apoyo al retorno emprendedor. Un programa que apuesta por la vuelta del talento gallego, facilitando al retornado la posibilidad de desarrollar en Galicia su propio negocio. Desde su puesta en marcha hemos multiplicado por 6 el presupuesto, hasta superar los 340.000 euros en el último año; compromiso que nos ha permitido apoyar cerca de 200 iniciativas empresariales.
Pero la apuesta por favorecer la integración de los retornados en el mercado laboral va mucho más allá. Por ejemplo, a comienzos de mes abríamos nuevas convocatorias de ayudas valoradas en 24,5 millones de euros con el objetivo de impulsar la creación de empleo autónomo y contribuir a que los trabajadores por cuenta propia consoliden sus negocios y concilien la vida familiar y laboral. En todos estos programas se prioriza al trabajador retornado, incrementando en un 25% la cuantía del apoyo.
Nuestro compromiso abarca a todos los trabajadores y en todos los sectores. Otro ejemplo: en una industria creciente como la de las TIC, estamos en contacto directo con todas las empresas del Pacto Digital para captar el talento digital gallego disgregado por el mundo. Un diálogo y una colaboración que nos permitirán, en marzo, abrir el canal Retorna Digital, para facilitar ese encuentro entre perfiles digitales interesados en volver a Galicia y empresas TIC.
En los últimos años se ha registrado un importante aumento del retorno de españoles de Venezuela y de la inmigración a España de venezolanos a causa de la situación del país. ¿Galicia tiene las puertas abiertas a todas aquellas personas que huyen del régimen, de la miseria y la inseguridad que azotan al país? ¿La Xunta ha previsto medidas especiales para la colectividad gallega en aquel país?
Galicia tiene las puertas abiertas a todos los gallegos del exterior. Con todos ellos tenemos una deuda y una obligación histórica que, por supuesto, crecen en el caso de determinados países y situaciones extraordinarias. Venezuela es uno de ellos.
En Venezuela hay dificultades para comer, hay dificultades sanitarias, no hay medicinas y hay muchísima gente que se está yendo, pasando la frontera y volviendo otra vez a España y Galicia. Cuando vuelven a casa, tienen una tarjeta sanitaria gratuita. Estamos en una situación dramática ante la que no podemos permanecer indiferentes.
En Venezuela residen todavía más de 35.000 gallegos que saben que cuentan con todo nuestro apoyo. Sólo en 2019 apoyamos a cerca de 6.000 familias gallegas con una inversión próxima a los 3 millones de euros. A todas ellas les queremos lanzar un mensaje claro: no estáis solas.
Recientemente el Parlamento de Galicia ha aprobado una propuesta por la que se pide al Gobierno central que simplifique y facilite los trámites para el retorno. En concreto en tres aspectos: los permisos de residencia y trabajo; la agilización de los procesos de homologación de títulos, cualificaciones profesionales y permisos de conducir, y la supresión de las tasas para la expedición de documentos importantes, como el pasaporte, en países que sufren una grave crisis social y económica. ¿Cree que estas propuestas saldrán adelante? ¿Considera que se está realizando una política adecuada y en coordinación con las autonomías en materia de retorno?
Es necesario que el Gobierno central elimine con urgencia las barreras burocráticas que entorpecen, e incluso bloquean, el retorno de los gallegos y españoles del exterior. Es necesario que los trámites que tienen que realizar sean más fáciles, más ágiles y más flexibles.
Nuestra implicación con el retorno, como gobierno autonómico, es total. Pero, por desgracia, Madrid no nos acompaña. A día de hoy, los retornados viven una auténtica pesadilla burocrática para conseguir documentos vitales para el desarrollo de su vida laboral y personal en Galicia, algo que condiciona su integración.
Por ejemplo, las gestiones para la homologación de títulos universitarios llegan a prolongarse más de dos años, mientras aquí resolvemos la homologación de títulos no universitarios -que sí es de nuestra competencia- en menos de tres meses.
Lo mismo sucede con los permisos de residencia y de trabajo. Es muy habitual que en el núcleo familiar del retornado la pareja o los hijos tengan nacionalidad extranjera, pero esas gestiones se eternizan y en demasiados casos los permisos son denegados, dejando a las familias en una situación de inseguridad y entorpeciendo el mantenimiento de la unidad familiar. Frente a esto, proponemos una autorización residencial temporal para familiares de españoles con nacionalidad extranjera que les permita establecerse primero y consolidar a posteriori un permiso definitivo.
Con tanta insistencia en el retorno ¿puede pensarse que la Administración gallega descuidará la atención a los emigrantes y a las entidades gallegas de la diáspora?
No, para nada. No podemos olvidar quiénes somos ni de dónde venimos. Galicia le debe mucho a su emigración. Nuestros emigrantes y nuestras casas gallegas son los mejores embajadores de Galicia en todo el mundo: gente trabajadora, amable y educada que supo y sabe integrarse en las comunidades en las que les ha tocado vivir, sin perder por ello ni un ápice de su galleguidad. A todos ellos quiero reiterarles nuestro eterno agradecimiento; y con todos ellos colaboramos también en la medida de nuestras posibilidad.
A lo largo de toda la historia autonómica hemos colaborado con nuestros centros gallegos, ayudándoles con actividades, manteniendo el contacto y apoyándolos en la mejora de sus infraestructuras.
¿Cómo se ha notado a nivel presupuestario en esta legislatura que acaba de terminar la preocupación del Ejecutivo gallego por los conciudadanos residentes en el extranjero?
El presupuesto no ha dejado de crecer año tras año. Para que se haga una idea, sólo para este 2020 el presupuesto de programas y actuaciones de la Secretaría Xeral da Emigración se incrementa un 12% hasta superar los 13,5 millones de euros. De esta forma, consolidamos el compromiso con los gallegos del exterior, especialmente en la búsqueda de facilitarles las oportunidades precisas para que puedan volver a su tierra.
Uno de los asuntos que más preocupa a los gallegos del exterior es la cuestión del voto rogado. ¿Cuál es su postura en este asunto?
El voto rogado, tal como se ha configurado, es evidente que no funciona, así lo hemos dicho en Galicia y también en Madrid.
Desde que se implantó, quedó claro que no es un buen sistema y que dificulta e incluso impide a muchos gallegos y españoles del exterior ejercer su derecho a voto. Creemos que es necesario reformar la Loreg para que se mejore esta situación.
El pasado mes de diciembre se celebró el XII Pleno del Consello de Comunidades Galegas en Santiago. ¿Cuáles son los retos prioritarios a los que se deben enfrentar las comunidades gallegas en el exterior y de qué manera les ayudará la Xunta de Galicia?
Yo creo que el gran reto es conservar en las próximas generaciones el vínculo que nos une. En Galicia queremos dar a la emigración el papel que merece y por eso en ese pleno anuncié que los planes de estudio de primaria y secundaria incluirán la importancia de la emigración en la historia de Galicia. Además, nuestra intención es promover también un Plan Director del Patrimonio documental de las sociedades gallegas en el exterior.
Además, las iniciativas para que los jóvenes de la diáspora vengan a Galicia, en definitiva, hacerles ver que ser gallegos les ofrece oportunidades, es una forma de incentivar que se impliquen en las actividades de las comunidades gallegas de sus países y se produzca ese relevo generacional.
Muchas entidades gallegas de la emigración sufren verdaderos problemas para mantenerse vivas por la falta de relevo generacional. ¿Considera que se trata de un problema propio de los tiempos actuales o que las entidades deben replantearse su actividad para hacerse atractivas a esas nuevas generaciones? ¿Qué soluciones puede haber?
Como decía, queremos acercar a los más jóvenes a las comunidades de gallegos, a Galicia, para que ese vínculo tejido sobre el Atlántico se fortalezca en la próxima generación. Yo creo que los valores de convivencia que representan las comunidades gallegas están más vigentes que nunca. Por eso, la Administración gallega dispone desde hace décadas de dos líneas específicas de ayuda para complementar el esfuerzo que realizan las directivas y los socios de las cerca de dos centenares de entidades o agrupaciones de gallegos que existen en el mundo, y que rozan los 1,6 millones de euros. La primera de ellas busca ayudar a financiar las obras e infraestructuras de las entidades; y la segunda, contribuir a los gastos de funcionamiento.
El programa de ayudas que cuenta con un mayor presupuesto de todos los que desarrolla la Secretaría Xeral da Emigración es el de ayudas individuales a emigrantes en situación de necesidad, 2.750.000 euros. ¿Es una muestra de la solidaridad de la sociedad gallega con sus emigrantes? ¿Qué otras ayudas sociales desarrolla la Xunta de Galicia a favor de los emigrantes?
Galicia y los gallegos tienen una deuda histórica y de justicia con aquellos vecinos, familiares y amigos que en algún momento de sus vidas emigraron y, en muchos casos, rehicieron su vida en sus países de acogida. Gallegos, tanto de primera como de segunda y tercera generación, que durante décadas han contribuido a hacer de nuestra comunidad la región próspera que es hoy. Por eso, ni podemos ni queremos olvidarnos de ellos; al contrario, creo que merecen ser partícipes y poder beneficiarse del crecimiento que ha experimentado durante estos años su tierra de origen. Por eso, además de las Ayudas Económicas Individuales, la Xunta mantiene una colaboración continua con entidades de carácter social del exterior que prestan atención sanitaria a gallegos sin recursos.
Recientemente estuvo en Montevideo donde visitó varias entidades gallegas, tanto clubes sociales como centros de asistencia sanitaria. ¿Qué ha aportado la emigración gallega allí donde se ha asentado?
Lo primero que quiero decir es que agradezco, tanto al presidente saliente de Uruguay, Tabaré Vázquez, como al presidente entrante, Lacalle Pons, que me recibieran en la misma mañana, en el último viaje de dos días que realice el pasado mes de enero.
Sobre la aportación de la emigración gallega, lo cierto es que las comunidades gallegas han logrado tener un papel activo en las sociedades en las que se inscriben. Me parece muy destacable esa forma de los gallegos de juntarse en comunidades o en casas de Galicia con la idea de proyectar nuestra comunidad en los países donde se han instalado, nunca de encerrarse.
Así, han sabido integrar perfectamente su galleguidad, su amor por Galicia y la difusión de nuestra cultura con un papel activo, emprendedor y abierto en los distintos países donde han emigrado.
En diversas ocasiones ha hablado usted de la galleguidad como vínculo abierto que suma en contraposición con otras concepciones identitarias excluyentes. También ha elogiado su espíritu solidario y emprendedor; su amor por la cultura y las tradiciones propias sin desdeñar las ajenas; y su capacidad de integración. ¿Podríamos decir que el fenómeno migratorio gallego nos enseña cómo debería ser la globalización?
La emigración gallega es una especie de globalización temprana que entendió que las identidades no son excluyentes, sino que pueden sumarse perfectamente. Ellos nos han demostrado que se puede perfectamente ser gallego en Montevideo o en Buenos Aires y ser a la vez argentino o uruguayo. No hay que elegir. Y en estos tiempos en los que los discursos identitarios fomentan las fronteras, la emigración gallega constituye todo un ejemplo de la globalización ‘con sentidiño’.
En 2021 se celebrará un nuevo Año Santo Xacobeo. ¿Cómo pueden vivir los gallegos del exterior esta efeméride tan especial? ¿Habrá algún acto especial para ellos dentro de las celebraciones previstas?
En mi viaje a Uruguay les pedí a los gallegos de la diáspora que sean los mejores embajadores del Año Santo que vamos a celebrar. Queremos que sea un evento cultural sin fronteras que nos permita mostrar ante el mundo la mejor versión de nosotros mismos. El presidente electo de Uruguay ya se ha comprometido a visitarnos durante el Xacobeo y yo animo a todos los gallegos de la diáspora a hacer lo mismo.
Para facilitarles esta posibilidad, este año vamos a poner en marcha un nuevo programa, Reencontros de Lecer, que se sumará a los ya existentes (Reencontros na Casa, Reencontros na Terra, Conecta con Galicia, Escolas Abertas, Aventúrate con Galicia ou Campos de Voluntariado), y que está dirigido a todos los pensionistas de Europa a los que el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social ha privado de la posibilidad de beneficiarse de los viajes organizados por el Imserso. Queremos que todos los pensionistas gallegos que residen en Europa tengan acceso a esta oferta para poder regresar de forma temporal a su tierra de origen.
Y los de América, más de 1 millón?