Unión Hijos de Morgadanes celebra su 106 aniversario con la tradición gallega a flor de piel y con más de un centenar de invitados

Participó la delegada de la Xunta, Elvira Rodríguez, emocionada por ser la entidad a la que pertenece desde bebé, que transmitió el saludo del presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, del conselleiro José González y del secretario xeral Antonio Rodriguez Miranda

Presidentes de las instituciones españolas y la delegada de la Xunta que arroparon a su par de Morgadanes en sus 106 años.
La delegada de la Xunta habla en el aniversario de Morgadanes, el club que la vio crecer.
Grupo folklórico de Morgadanes.
Torta del aniversario de Hijos de Morgadanes.

Los hijos de Morgadanes de esta orilla del Río de la Plata celebraron sus 106 años de vida en un ambiente familiar lleno de morriña y alegría contagiada por su juventud unida en el grupo ‘Xuntos’.

El pasado 18 de agosto, los salones de la sede de la calle San Martín de la asociación Unión Hijos de Morgadanes se llenaron con más de un centenar de socios y amigos, entre los que se distinguían la delegada de la Xunta de Galicia, Elvira Domínguez, el presidente de la Federación de Instituciones Españolas del Uruguay, Jorge Torres, el presidente de la Federación de Asociaciones Gallegas del Uruguay, Martín Rodríguez Caridad, y presidentes de clubes gallegos y españoles.

Fue Serafín Alonso, el presidente de los dueños de casa quien les dio la bienvenida, al tiempo que recordó que “hace 106 años unos hombres y mujeres tomaron la decisión de tener un lugar donde reunirse y poder compartir su vida, las noticias que llegaban de su tierra natal, donde había quedado parte de su familia y su corazón”.

Afirmó que “en su inmensa bondad y queriendo de alguna forma poder ayudar a quienes no pudieron o quisieron dejar su tierra, desde aquí colaboraban en crear una escuela para que los niños que habían quedado en Morgadanes pudieran estudiar”.

El presidente de Morgadanes y directivos junto a la delegada de la Xunta, el presidente de Valle Miñor y la presidenta de A Casa Galicia.

Alonso reflexiona acerca de los fundadores “tan valientes hombres y mujeres que son parte fundamental de todos nosotros”, quienes les “invitan a seguir construyendo nuestro futuro, estar unidos para seguir haciendo ese camino juntos, perpetuando nuestro amor a Morgadanes”.

Luego la delegada de la Xunta de Galicia, Elvira Domínguez, fue invitada a hablar en la que fue su casa desde que nació. “Morgadanes era la parroquia de mi padre. Una parroquia en el municipio de Gondomar, en la provincia de Pontevedra, en las Rías Baixas”, agregando “en el Valle Miñor, entre los Montes San Julián y Galiñeiro”. Es que vio a nuevos amigos en el aniversario y quiso ubicarlo para despertar en ellos el mismo interés que ella tuvo cuando fue por primera vez a Galicia, y que revive cada vez que vuelve a la tierra de sus ancestros.

Domínguez dejó un poco de lado su sentimiento por la institución que la cobijó desde bebé para transmitir el saludo del presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, del conselleiro José González y del secretario xeral da Emigración, Antonio Rodriguez Miranda, confesando su alegría por Morgadanes de que “estuviesen realizando nuevas actividades y en especial, la participación en los Obradoiros (en Galicia) junto con el Centro Gallego y Alma Gallega”, especializándose en canto y pandereta.

Morgadanes historia y presente

La institución había nacido el 16 de agosto de 1918 cuando fue creada la Unión Hijos de Morgadanes Residentes en el Plata, siendo presidida la de Montevideo por Juan Rodríguez Rial y la de Buenos Aires por Domingo Alonso Pérez.

En 1920, el Estado uruguayo le otorgó la personería jurídica, funcionando con tres comisiones: una en Montevideo, que era la coordinadora, otra en Buenos Aires y la tercera era el Consejo de Administración que funcionaba en Morgadanes, Galicia.

Esta historia fue recogida por Manuel Losa en su libro de los 100 años de la institución que protegía “a todos los oriundos de Morgadanes que arriben al Plata, e instalar y sostener en Morgadanes una escuela que prepare eficientemente a los que deseen emigrar. La enseñanza será completamente gratuita y se regirá por los más modernos preceptos pedagógicos”.

Los fondos recaudados a través de dos mil acciones que fueron adquiridos en las dos márgenes del río de la Plata posibilitaron que en 1925 se construyera la escuela en el terreno que compró el municipio que ya en 1926 comenzaba a dar clases a los niños de la comarca en forma gratuita.

Losa apunta que otra de las ayudas de los residentes en Montevideo y Buenos Aires permitía que “los candidatos a emigrar tendrían oportunidad de solventar el costo del pasaje de tercera clase o al menos una parte. La colaboración abarcaba también la carta de reclamación necesaria para la entrada legal a Argentina y Uruguay, si el emigrante no tenía familiares que se la proporcionaran”.

Este pasado del siglo anterior ha cambiado radicalmente, ya que ahora la emigración se produce a la inversa, pero igualmente quienes quedaron aquí, afincados formando familia en Uruguay y Argentina, han continuado con las costumbres y valores de aquellos emigrantes solidarios del 1900.

La delegada de la Xunta posa junto al grupo Xuntos de Valle Miñor y Morgadanes.

En el año 2014, se unieron los jóvenes gallegos de Montevideo dirigidos por los profesores de Valle Miñor y Morgadanes con un proyecto bastante ambicioso, pero posible, que era trabajar en grupo para poder conocer a los jóvenes gallegos de América, sus instituciones, sus metas, sus ideas y poder compartir el folklore gallego que tanto amaban.

Así nacía la agrupación bautizada ‘Xuntos’ que estaba integrada por más de 30 jóvenes entre 15 y 30 años, que comenzaron a viajar por casi todos los países de Sudamérica, integrando en ocasiones a otras instituciones como Casa de Galicia y Centro Gallego.

La unión que construyeron estos jóvenes en una década está dando sus frutos y en la fiesta del 106 aniversario de Morgadanes se presentaron con dos integrantes infantiles que nos ilusionan en el futuro de la galleguidad en estas tierras del Plata.

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