Una hija de emigrantes gallegos de 74 años que viajó en el crucero Costa Pacífica sigue varada en Roma

Se trata de Haydée Beatriz Piñeiro, directiva del Centro Gallego de La Plata y del Club Español de dicha ciudad

A la derecha, Haydée Beatriz Piñeiro Freire en el barco Costa Pacífica.

Haydée Beatriz Piñeiro Freire, una hija de emigrantes gallegos nacida en Argentina y poseedora de la ciudadanía española que viajó en el mismo crucero que el contingente del ‘Viaje del Retorno’, sigue varada en Roma a pesar de que la mayoría de quienes subieron al buque en Buenos Aires el pasado 3 de marzo ya fueron repatriados al país austral.

En comunicación telefónica con España Exterior desde el hotel romano en el que está alojada a la espera de que se solucione su situación, Piñeiro, quien viajó junto a su cuñada y amiga Ana María Larronde, de 73 años, expresó no entender por qué ellas dos son las únicas personas de nacionalidad argentina o con residencia en el país austral que viajaron en el Costa Pacífica que no pudieron retornar a sus hogares.

“Por nuestra edad somos personas en el grupo de mayor riesgo ante el coronavirus y, además, tenemos que tomar medicamentos porque somos hipertensas, por lo que no entendemos por qué todas las personas con las que compartimos el viaje, muchas de ellas más jóvenes que nosotras, consiguieron lugares en los aviones chárter que salieron tanto de Génova como de Roma en los últimas días y nosotras no”, manifestó con angustia Haydée, quien es secretaria de Cultura del Centro Gallego de La Plata y vocal de la junta directiva del Club Español de dicha ciudad.

El jueves 26, un día después de haber bajado del buque en la capital italiana, ambas recibieron con alivio la noticia de que partirían desde el aeropuerto de Roma por la noche en un vuelo de Alitalia con destino a Sao Paulo, desde donde luego podrían hacer la conexión a Buenos Aires.

“Hasta el cónsul adjunto de Argentina en Roma nos había felicitado. Parecía que estaba todo bien, nos mandaron un microbús al hotel y también las maletas habían sido enviadas al aeropuerto. Aunque no pudiéramos conseguir vuelo a Buenos Aires, por lo menos íbamos a estar más cerca de casa. Pero una vez que llegamos al aeropuerto, un empleado de Costa nos dijo que no podíamos subir al avión porque como el Gobierno argentino cerró totalmente las fronteras Brasil no nos iba a aceptar”, afirmó.

“Aún no entendemos por qué no nos subieron a los aviones que partieron antes, -continúa Haydée-. Nos han llamado personas del Centro Asturiano y del Centro Aragonés de La Plata que compartieron el crucero con nosotros y que pensaban que ya habíamos retornado a Argentina y no lo podían creer cuando les contábamos que todavía estamos en Italia”.

A pesar de agradecer a las autoridades de Costa porque se están haciendo cargo de los gastos de alojamiento y de su alimentación, ambas manifestaron estar muy preocupadas ante esta situación.

“Cuando subimos al buque en Buenos Aires nadie imaginaba que lo del coronavirus iba a tomar esta dimensión, pero nos empezamos a preocupar cuando no nos dejaron bajar en Canarias, Málaga y Barcelona, a pesar de que había muchos españoles y argentinos con ciudadanía española a bordo. Luego, en Marsella, que era nuestro destino final, solo dejaron bajar a los franceses. Y a pesar de que venimos reclamando desde el primer día, porque nuestros compañeros de viaje iban consiguiendo lugar en los vuelos de regreso, nosotras aún estamos aquí. Estamos realmente desesperadas porque somos personas mayores y con problemas de salud, y a pesar de que entendemos que tal vez nuestro caso sea pequeño, porque en el mundo hay una pandemia, lo único que queremos es volver a casa y estar con nuestras familias”, concluyó en la entrevista con este medio, a la espera de que la difusión de su caso impulse a las autoridades argentinas a poner en marcha los medios necesarios para repatriarlas.

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