Una abogada española hace caer al Ejecutivo holandés

La cacereña Eva González Pérez defendió a las personas, en su mayoría de origen turco y marroquí, que fueron obligados de manera irregular a devolver las ayudas recibidas para el cuidado de sus hijos

Eva González Pérez.

Eva González Pérez, abogada española que ejerce desde hace dos décadas en Países Bajos, ha sido responsable en destapar el mayor escándalo político y administrativo de la década de gobierno de Mark Rutte y la dimisión en bloque del Ejecutivo holandés: la discriminación xenófoba a la hora de exigir a 26.000 padres de origen extranjero la devolución de las ayudas para los cuidados de sus hijos por el mero hecho de ser extranjeros.

El escándalo estalló en el Parlamento y en la prensa nacional gracias a la perseverancia de esta letrada, nacida en Cáceres en 1973, que pasó años sin tirar la toalla, haciendo llamadas de teléfono, enviando correos y visitando a funcionarios de la agencia tributaria para demostrar que sus clientes no habían defraudado a Hacienda y necesitaban las ayudas.

Decenas de miles de familias, en su mayoría de origen turco y marroquí, fueron víctimas de acusaciones infundadas de fraude en la asignación que usaban para financiar el cuidado de sus hijos y fueron obligados a devolver cantidades ingentes de dinero, a veces de hasta 100.000 euros, en el plazo de semanas, llevando a muchos a perder su casa y su trabajo.

El Gobierno holandés ha reconocido su mala actuación, ha dimitido en bloque y ya está estudiando las indemnizaciones.

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