España culminó el pasado 15 de junio un nuevo traslado de presos de nacionalidad española que cumplen condena en prisiones peruanas a los que se suma un grupo de ciudadanos españoles que se encuentran en una grave situación humanitaria, muchos de ellos, tras su salida de prisión.
En total, el avión trasladó desde Lima a Madrid un grupo de 67 personas: 31 ciudadanos españoles que cumplen condena actualmente, 5 cuya pena ha sido conmutada y otros 31 españoles, en su gran mayoría exdetenidos, que se encuentran en una situación precaria. Los pasajeros estuvieron acompañados en todo momento por efectivos de la Policía Nacional y personal del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación.
El vuelo, fletado por el Ministerio del Interior (CGEF), ha contado con la colaboración de la Interpol.
Con este nuevo vuelo se da continuidad a los dos anteriores llevados a cabo en marzo y septiembre del pasado año 2017 en los que, en conjunto, se trasladó a 115 ciudadanos españoles que cumplían condena en prisiones peruanas o acababan de cumplir sus condenas en Perú. Una vez más, esta operación ha sido posible gracias a la estrecha colaboración con el Ministerio de Justicia peruano, fruto de las excelentes relaciones existentes entre la República del Perú y el Reino de España y se enmarca en la aplicación del Convenio de Traslado de Personas Condenadas existente entre ambos países.
Asimismo, la estrecha y efectiva colaboración de los ministerios de Justicia e Interior con el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y de Cooperación ha sido esencial para la organización de este nuevo traslado.
Estos traslados, junto con la aplicación de beneficios penitenciarios, han logrado un notable descenso de la cifra de ciudadanos españoles presos en Perú hasta situarla en 77 personas.
El número de detenidos españoles en todo el mundo a 31 de mayo es de 1.033, de los que 919 son hombres y 114 mujeres. Todos ellos reciben asistencia consular permanente y continuada en los centros penitenciarios donde cumplen condena y sus casos reciben el seguimiento oportuno por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y de Cooperación que, especialmente a través de las Oficinas Consulares, realiza labores de contacto y apoyo a sus familiares.