Un médico de la mutua La Española de Montevideo, segunda víctima del coronavirus en Uruguay

Era el director técnico del centro de Tecnología Oftalmológica de Avanzada

Juan José López Lerena.

El segundo fallecimiento contabilizado en Uruguay relacionado con el coronavirus ha sido el médico radiólogo Juan José López Lerena, quién hace dos meses había inaugurado junto a las autoridades de la Asociación Española, el primer centro de tecnología oftalmológica avanzada, único en Uruguay y que era usado por pacientes de todo el país.

El miércoles 1 de abril ocurrió esta segunda muerte en Uruguay, donde hay un total de 350 casos positivos, con quince pacientes en los centros de tratamientos intensivos en Montevideo. Se trata del médico y radiólogo Juan José López Lerena, de 61 años de edad, quien se desempeñaba como director técnico del TOA (Tecnología Oftalmológica de Avanzada) de la mutua Asociación Española Primera de Socorros Mutuos.

Justamente López Lerena inauguró en octubre de 2018 este centro, único en el país y que fue el fruto de la cooperación de oftalmólogos y médicos especializados para que se pudieran realizar, con la más avanzada tecnología, intervenciones quirúrgicas en esta especialidad, usando los mismos materiales que en Estados Unidos y la Unión Europea.

La mañana del primer día de abril, tras una semana internado, López Lerena falleció como consecuencia del coronavirus, aunque el presidente del sindicato médico ha descartado que haya sido contagiado en el trabajo hospitalario. Padecía diabetes y permaneció varios días en el área de cuidados intensivos. No había viajado a una zona considerada de riesgo por la circulación de coronavirus ni había tenido contacto con alguien que tuviera síntomas.

López Lerena se había graduado como médico en diciembre de 1988 y actualmente se dedicaba al área de medicina nuclear. Como hemos mencionado era el director técnico del TOA de la mutua La Española, además de trabajar en el centro asistencial del Casmu y como profesor del Instituto Pasteur de Montevideo.

Era miembro hace más de quince años del sindicato médico del Uruguay y participó en su comité ejecutivo. En Durazno era conocido a través de la Fundación San Pedro, que de forma altruista actúa en el interior del país con el objetivo de desarrollar, implementar y sostener emprendimientos colaborativos con instituciones públicas y privadas en áreas tales como programas de salud, nuevas tecnologías y educación. López Lerena era justamente el directo del Proyecto de Medicina Nuclear.

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