El Consello da Xunta aprobó el pasado 7 de octubre el decreto por el que se declaran 3 días de luto oficial en Galicia con motivo del fallecimiento del conselleiro de Facenda e Administración Pública, Valeriano Martínez García, que tuvo lugar de forma repentina un día antes.
Según reza un comunicado oficial, “el Gobierno gallego tiene la voluntad de hacer público así el dolor de sus miembros y el de todos los ciudadanos”. En todos los centros y edificios públicos dependientes de la Xunta de Galicia ondearán a media asta las banderas oficiales.
Además, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, firmó el decreto por el que se encarga el despacho de la Consellería de Facenda e Administración Pública al vicepresidente primero y conselleiro de Presidencia, Xustiza e Turismo hasta el nombramiento del nuevo titular.
Tras la reunión del Consello que aprobó esas dos medidas, el Gobierno gallego en pleno y decenas de altos cargos y trabajadores de la Xunta guardaron un emocionado silencio, durante casi cinco minutos, por el conselleiro de Facenda, Valeriano Martínez, que falleció el día 6 de un paro cardíaco en su despacho, causando una gran conmoción y dejando un hondo pesar en el Ejecutivo autonómico.

Bajo las banderas ondeando a media asta, en el exterior de la sede de la Xunta se congregaron a las 12 del mediodía el presidente del Gobierno gallego, Alberto Núñez Feijóo, visiblemente emocionado y todos los conselleiros, junto a los cargos de la Consellería de Facenda, el portavoz parlamentario del PPdeG, Pedro Puy, y el personal de la Xunta.
Ante la fachada principal de la Presidencia, en el edificio administrativo de San Caetano, salieron para realizar un minuto de silencio en recuerdo de su compañero fallecido, que acabó prolongándose durante varios más. El acto terminó con un largo aplauso.
Aparte del Gobierno gallego, también el Parlamento de Galicia suspendió por este fallecimiento su actividad prevista para ese día.
Esa misma tarde, el párroco de Bueu ofició una breve oración en el tanatorio de esta localidad de la comarca pontevedresa del Morrazo ante la plana mayor de la Xunta, con Feijóo a la cabeza, y otros dirigentes. Valeriano Martínez, que fue incinerado posteriormente, deja mujer y un hijo, que trabaja en Dinamarca, ambos muy afectados por la inesperada tragedia. La misa funeral se celebró el día 8 en Bueu.