Socios y trabajadores del Centro Gallego de Buenos Aires realizaron el pasado lunes 29 de octubre un abrazo simbólico a la institución por considerar que han sido abandonados a su suerte por parte del interventor en representación del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social del Gobierno argentino (Inaes), Martín Moyano Barro, a quien acusan de ser responsable del vaciamiento de la centenaria entidad.
El acto fue convocado por cinco de las seis agrupaciones políticas de la institución (Galicia, Unión Gallega, Celta, Breogán y Salud y Cultura), las cuales invitaron a socios, vecinos, médicos, empleados, y miembros de la colectividad gallega y española en general a sumarse a la manifestación “ante el abandono de los socios y el personal del Centro Gallego por parte de la intervención y de las autoridades electas el 10 de septiembre de este año”.
Desde las agrupaciones políticas acusaron al interventor de buscar el vaciamiento del hospital del Centro Gallego, tanto a nivel de personal como de recursos y equipamiento, para luego ser vendido sin socios ni trabajadores, denunciando asimismo que la atención sanitaria está prácticamente paralizada y que los empleados ya llevan casi un año sin cobrar sus sueldos en tiempo y forma.
Además, hicieron extensivas sus acusaciones de “abandono” al recientemente electo pero aún no proclamado presidente del Centro Gallego, el periodista Ramón Súarez Álvarez, y exigieron la asunción de la nueva junta directiva que fue votada por amplia mayoría en las elecciones que se realizaron el pasado mes de septiembre.
Con pancartas en las que dejaban bien en claro sus reclamos, los socios se acercaron a partir de las 13.30 a la puerta principal del Centro Gallego, en la intersección de la Avenida Belgrano y la Calle Pasco, y se tomaron de las manos para abrazar a la institución a lo largo de las veredas de ambas vías.
Algunos portavoces de las agrupaciones y de los trabajadores se dirigieron a la concurrencia mediante un megáfono para animarlos a seguir luchando para salvar la institución “que fundaron nuestros padres y abuelos hace más de cien años”, para luego cantar emocionados el himno gallego.
Por su parte, Suárez Álvarez acusó en su blog (galiciaconvos.blogspot.com) a las cinco agrupaciones convocantes de promover la quiebra y desaparición del Centro Gallego y recordó que las mismas, en las últimas elecciones, sólo presentaron candidatos para la asamblea de representantes de socios pero no así para los cargos de junta directiva: “Esto quiere decir que no quisieron asumir ningún tipo de responsabilidad, ni siquiera desde los cargos que estatutariamente le corresponden a la minoría. Ellos no quieren responsabilidades ante una eventual venta o gerenciamiento del hospital, no les preocupa el panteón social, ni el teatro, ni la biblioteca, ni las restantes propiedades del Centro Gallego. A ellos sólo le interesa estar en el cuerpo de representantes, desde el que pueden obstaculizar cualquier acuerdo que evite la quiebra de la institución”.
En ese sentido, recordó que en la última asamblea, realizada el pasado 8 de mayo, los representantes autorizaron al interventor a que convocase un concurso preventivo de acreedores, lo que, afirmó, ante la situación de crisis que atraviesa el Centro Gallego “equivale a pedir la quiebra del mismo, tal como recientemente ocurriera con el Hospital Español”, y señaló que previo a la elección del 10 de septiembre “me ofrecieron todos los cargos de la junta directiva para nuestra lista a cambio del reparto equitativo de representantes. Esto les aseguraba el control total de la Asamblea. Mi rotunda negativa, motiva que hoy sea el blanco de las críticas más infundadas y virulentas, no deteniéndose ante la injuria ni la mentira, en un obsceno intento para desprestigiarme”.
Por otra parte, informó que representantes de las agrupaciones intimaron por carta documento hace una semana al interventor para que, en el término de diez días, proclamase a la junta directiva votada en las últimas elecciones: “Me acusan de no querer asumir, cuando positivamente saben que tal asunción no depende en absoluto de mí” y que, por lo tanto, las autoridades electas “no habiendo sido proclamadas, no hemos abandonado a nadie; en todo caso, el abandono lo sufrimos nosotros por parte de la coalición cuando rechazaron nuestro pedido para dialogar”.
Finalmente, concluye: “Nosotros seguiremos trabajando por el mejor destino posible para nuestra institución, seguiremos rechazando con uñas y dientes las maniobras que propicien la quiebra y desaparición. Para ello, y entendiendo que el futuro de la entidad necesita de la buena voluntad de todos, una vez más, nos ponemos a disposición de socios y representantes para entablar diálogos constructivos cuando nos lo soliciten”.
Los socios sabemos perfectamente que a estas alturas la unica solucion es la venta, si quiebra sera una institucion mas que caera en manos del PAMI , lo dejamos bien claro en la ultima consulta, supongo que la nueva junta no puede asumir sin el levantamiento de la intervencion realizada por un juez, mientras tanto los socios estamos sufriendo ante la negativa para solucionar el grave problema por la negativa de una minoria que en muchos casos son responsables de la situacion actual.