Las protestas contra la gestión del Gobierno de la crisis del coronavirus, que partieron del madrileño barrio de Salamanca, se han extendido ya otras ciudades como Sevilla, Zaragoza, Salamanca o Logroño, en las que también se han reunido grupos de personas para pedir la dimisión del presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, con caceroladas y banderas de España.