El Partido Popular de Galicia (PPdeG) logró la mayoría absoluta en las elecciones autonómicas gallegas celebradas el pasado 18 de febrero, que suponen la consolidación del liderazgo de Alfonso Rueda tras suceder a Alberto Núñez Feijóo como presidente de la Xunta y de la formación en la Comunidad en mayo de 2022. Es la quinta mayoría absoluta el PPdeG consecutiva, desde 2009, después de las cuatro anteriores de Núñez Feijóo.
A falta del recuento del voto de los gallegos residentes en el extranjero, que se llevará a cabo el próximo 26 de febrero, el PP logra 40 escaños, por 25 del BNG, 9 del PSdeG-PSOE y 1 de Democracia Ourensana (DO). Esto se traduce en una victoria inapelable del PP, en el mejor resultado de su historia del BNG pero que no le alcanza para gobernar, en el descalabro del PSdeG con su peor registro a pesar de contar con el respaldo de su líder nacional y presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, en la campaña electoral, y en el estreno en el Parlamento gallego de Democracia Ourensana, dejando atrás el tripartidismo de la legislatura que finaliza con estos comicios.
En cuanto a la distribución territorial, el PP fue la fuerza más votada en las cuatro provincias y en 295 de los 313 municipios de Galicia, incluyendo 6 de las 7 ciudades, el BNG en 13, con la destacada victoria en Vigo, y el PSdeG en 5 municipios pequeños. En las elecciones de 2020, los populares se impusieron en 298 ayuntamientos y en las siete ciudades.
El Partido Popular de Galicia (PPdeG) obtuvo 700.491 votos, el 47,36%, y 40 diputados frente a los 627.762, el 47,95%, y 42 escaños de los anteriores comicios autonómicos, del 12 de julio de 2020. Alfonso Rueda logró rentabilizar la experiencia de gobierno y la gestión del PP en estos años para alcanzar su primera investidura como presidente y convertirse en un nuevo ‘barón’ regional del partido, al nivel del andaluz, Juanma Moreno, o la madrileña, Isabel Díaz Ayuso, también elegidos por mayoría absoluta.
El Bloque Nacionalista Galego (BNG) rompió su techo histórico con 467.074 sufragios, el 31,57%, y 25 actas, frente a los 311.340, el 23,78%, y 19 de hace cuatro años. Su líder, Ana Pontón, que se presentaba como candidata por tercera vez continuó la senda alcista de esta formación en las autonómicas. Si en 2020 había superado los registros del emblemático Xosé Manoel Beiras, quien en 1997 situó al Bloque como la segunda fuerza en Galicia con 18 escaños, al conseguir ese mismo puesto y con 19 diputados hace cuatro años, ahora incrementa las actas de parlamentarios en seis más, todo un hito para el BNG y para Pontón, que será de nuevo la jefa de la oposición y se consolida como la alternativa al PPdeG y como primera opción de la izquierda.
El Partido dos Socialistas de Galicia (PSdeG-PSOE) bajó a 207.691 apoyos, el 14,04%, y 9 parlamentarios, cuando en 2020 tuvo 253.750, el 19,38%, y 14. Un resultado muy malo para la lista que encabezó por primera vez José Ramón Gómez Besteiro, incluso peor que los registrados por Abel Caballero en 1997 y su sobrino, Gonzalo Caballero, en 2020 cuando se tuvieron que conformar con ser la tercera fuerza en el Parlamento, pero con más escaños que ahora, 15 y 14, respectivamente.
La novedad en la Cámara gallega para los próximos cuatro años es la incorporación de Democracia Ourensana (DO), un partido de corte provincial que dirige Gonzalo Pérez Jácome, alcalde de la ciudad de Ourense desde 2019. Situada ideológicamente en el centro-derecha, esta formación ha sido clave en la constitución de la Diputación de Ourense en los últimos años. En estas elecciones autonómicas del 18-F se presentó sólo en su provincia y consiguió 15.312 sufragios, el 1,03% del total en la Comunidad, y 1 diputado. Cabe recordar que para obtener un acta de parlamentario los partidos tienen que alcanzar al menos un 5% en la circunscripción y DO llegó al 8,87% en la provincia de Ourense.
No lo lograron ni Vox (2,19% en el total de Galicia), ni Sumar (1,90%), ni Podemos (0,26%) por detrás incluso del Pacma (0,36%), que seguirán siendo irrelevantes en la vida política de la Comunidad.
Es importante reseñar que en esta comparativa de datos, los de las elecciones de 2024 no incluyen los votos de los gallegos residentes en el extranjero, mientras que los de 2020 sí los incluyen.
Lo mismo ocurre con la participación, que en los comicios del pasado 18 de febrero fue del 67,30% frente al 48,96% del 12 de julio de 2020. Para comparar estas cifras hay que recordar, además de la inclusión del voto exterior de hace cuatro años que siempre hace bajar la participación por ser un censo de electores no demasiado interesado en los comicios en el país, que la anterior cita con las urnas se desarrolló en unas circunstancias muy particulares, en plena pandemia de covid-19 y recién salidos del confinamiento en España. La participación de los residentes en Galicia en aquella ocasión fue de casi el 59% y ahora subió hasta el mencionado 67,30%.
