Tras más de doce días de duro trabajo por parte de un dispositivo de más de 300 personas, el equipo de especialistas en rescate minero recuperaron el cuerpo de un niño de 2 años que se había caído a un pozo. El pequeño Julen murió, según la autopsia, por los golpes producidos durante una caída libre de más de 70 metros. Este suceso causó una gran conmoción en España por el seguimiento de las labores de rescate durante todo ese periodo.