Representantes y autoridades de la colonia en Uruguay trabajan para la mejor atención de los más vulnerables ante el coronavirus

Las entidades organizan actuaciones solidarias y el CRE presta asesoramiento / La Asociación Española asistió a un español afectado por el virus que viajó al país a visitar a su familia

Directivos del Hogar Español de Mercedes donan suministros de protección médica al Hospital de dicha localidad.
Directivos y jóvenes del Club Villa Española saludan que recogieron alimentos.

Mientras que en el interior del país la directiva del Hogar Español de Mercedes donó mascarillas plásticas al hospital de Soriano, en la capital uruguaya el Club Villa Española organiza la recepción de donaciones para atender la necesidad alimentaria de su empobrecida barriada. Al mismo tiempo, el Consulado y la Consejería de Trabajo están atentos a los requerimientos de los españoles más necesitados en esta situación de alerta sanitaria del país sudamericano. Y dos españoles de visita en Uruguay –uno de ellos contagiado con coronavirus– fueron asesorados por un integrante del Consejo de Residentes Españoles (CRE) para ser atendido por las mutuas españolas en el país.

El Gobierno uruguayo mantiene el aislamiento voluntario, implementando y ajustando medidas. De hecho, el próximo 22 de abril está prevista la apertura de medio millar de escuelas en el medio rural, en zonas donde el virus no ha llegado, a las que acuden algo más de cuatro mil niños como forma de explorar si se puede comenzar la actividad estudiantil.

Mientras tanto, once enfermos han fallecido, entre ellos un marino filipino de un crucero cuyos pasajeros fueron autorizados a bajar en el puerto de Montevideo para volar hasta sus tierras en dos vuelos humanitarios. Poco más de medio millar de residentes han dado positivos en varios departamentos, en tanto no se registran casos en la frontera seca con el Brasil, según se ha informado oficialmente.

Solidaridad en acción

El presidente del Hogar Español de Mercedes, Ulises García, y su vicepresidente, Néstor Sosa, entregaron una donación de mascarillas plásticas al hospital departamental de Soriano, localidad del litoral uruguayo situada a 250 kilómetros de Montevideo.

En la ocasión, autoridades del Hospital Zoilo Chelle recibieron el equipamiento que tanta falta les hace y agradecieron el mismo.

Por otra parte, en Montevideo, el Club Social y Deportivo Villa Española ha trazado un plan de acción “para ayudar a las familias del barrio con distintas necesidades”, según explicó su presidente, Miguel Romero.

Lo hacen junto a otras organizaciones sociales y municipales, recolectando alimentos para las ollas populares que se han diseminado por el barrio para atender a las familias de cientos de trabajadores que han quedado sin empleo o no pueden salir de sus casas a trabajar.

En las fotos que nos proporcionó su presidente hay jugadores, directivos y vecinos acomodando alimentos y preparando platos para servir a los más necesitados. Romero afirmó que “llegará el día, y ojalá sea pronto, que nos pongamos las casacas para intentar seguir haciendo crecer nuestra institución en lo deportivo”. Ahora, con su solidaridad, están demostrando su arraigo en el barrio.

Mientras que la gran parte del pueblo uruguayo continúa con el aislamiento, un porcentaje elevado de voluntarios están haciendo y sirviendo platos de comida caliente para más de medio millón de ciudadanos que han quedado sin trabajo.

Por otra parte, muchos empresarios españoles están apoyando a distintas organizaciones no gubernamentales, al igual que tantos integrantes de la colectividad que lo hacen también en forma anónima en distintos puntos del territorio uruguayo.

Ya informáramos de las medidas que ha tomado el Hogar Español de ancianos para proteger a los residentes. También lo está haciendo la Sociedad Islas Canarias que tiene en una vivienda a cinco emigrantes canarios a los que les prestan también una dedicada protección, como también a los casi 60 ancianos que concurren a su sede todas las jornadas donde funciona un centro de día que es atendido todo con fondos propios de la institución que dirige Inmaculada Cedrés.

Asimismo, el Consulado tiene trabajando a cuatro funcionarios que están en contacto con los emigrantes más añosos de una lista que se confeccionó junto a las asociaciones y la Consejería de Trabajo. Con ellos se mantiene un contacto casi diario para procurar atender sus necesidades. También se sumó un grupo de mujeres de la colectividad que están ayudando en esta tarea integradas por Mariela Zilli, Beatriz Doldán, Elvira Domínguez, Gloria Sarasola, Mariela García Boronat e Inmaculada Cedrés.

Desde España sigue trabajando

Un ejemplo del compromiso que tiene la colectividad y sus autoridades y representantes en la ayuda a sus pares en Uruguay es la actitud del consejero de Trabajo, Vicente Pecino, que sufriera dos infartos a principios de febrero cuando jugaba al tenis con su hija y hoy se está recuperando en España arropado por su familia, y a pesar de ello sigue tele-trabajando junto al personal de la Consejería en la capital uruguaya.

Vicente nos explicaba que “aunque la oficina está cerrada, todos estamos pendientes de cualquier problema urgente de la colectividad mediante los teléfonos y correos de la Consejería”.

Puntualizó que “estoy en contacto con el jefe de sección casi diariamente y hasta ahora no se han presentado casos urgentes motivados por el coronavirus o al menos que hayan contactado con nosotros”, señalando que “también estoy en contacto con otros miembros de la colectividad, especialmente con miembros del CRE”.

Viajeros españoles atendidos

Miguel Pérez, también consejero del CRE, nos informó que “una gallega que estaba de visita en Montevideo tiene un cuadro médico con medicación que tiene que ser revisada periódicamente, pero como quedó atrapada por la suspensión de vuelos, solicitó nuestra ayuda”. Su familia habló con el propio Pérez, quién informó a esta persona sobre el convenio existente con Casa de Galicia y ya la están atendiendo en la mutua que cuenta con la información remitida desde España con sus antecedentes.

El otro caso que nos explicaba Pérez fue el de otro gallego, oriundo de Gondomar (Pontevedra), que también visitaba a su familia y quedó varado sin poder regresar. Fue entonces cuando comenzó con fiebre alta y tos, y después de hacer gestiones, tomó el caso y se encargó la Asociación Española brindándole los primeros cuidados, pasando a cuidados intermedios después de corroborar que estaba infectado de Covid-19.

Tras varios días de internación, se le dio el alta para que continúe su recuperación en la casa de sus familiares en Montevideo, donde ya sus parientes estaban haciendo cuarentena obligatoria ya que se supone que podrían estar todos contagiados.

El consejero explicó que “están esperando ambos ponerse mejor y más fuertes para poder anotarse en el Consulado para participar en un futuro viaje de retorno en caso de que no se recupere la conectividad normal entre ambos países”, aseguró.

Agregó que “otra forma de colaborar es contactar con la gente mayor conocida para darle una voz de ánimo ante el encierro, o realizar algún mandado que les sea necesario, evacuando dudas por jubilaciones y pensiones que tenían atraso en su llegada y con el consecuente nerviosismo que despierta en la demora de recibir ese dinero que tanto precisan en el día a día”.

Justamente el banco español que paga los cheques de las pensiones accedió al pedido de aceptar un poder sin ser de notariado para que cobren terceras personas en lugar de los ancianos que por la pandemia no pueden salir de sus casas.

El consejero del CRE Miguel Pérez finalmente comentó que, a pesar del temor que hay en las calles de Montevideo con este virus, continúa “trabajando por la colectividad con ganas y con entusiasmo dando lo máximo siempre, sin la necesidad que nadie me solicite que actúe, simplemente lo hago. Los años en esta bendita colectividad nos han dado ese temple para actuar siempre” remató.

Por otro lado, los miembros del CRE Inmaculada Cedrés, Beatriz Doldán, Esperanza Romariz y Constantino Mato divulgaron una carta abierta a los medios –que por cierto no llegó a España Exterior– manifestando su desacuerdo con las críticas del presidente del Consejo, Jorge Torres, sobre los modos en los que el cónsul José Rodríguez Moyano pidió la colaboración de las entidades para hacer el listado de españoles más vulnerables a la pandemia. Torres señaló que le hubiese gustado que el cónsul hubiese realizado una llamada telefónica personal a las entidades, más que una mera nota.

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