Rajoy defiende su política económica como garantía para el mantenimiento de las pensiones

Miles de jubilados protestan en las calles por la subida del 0,25% que les hace perder poder adquisitivo

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, reiteró el pasado 20 de febrero en el Senado que la sostenibilidad del sistema público de pensiones es la prioridad básica de su Gobierno y que depende de la creación de empleo. 

De Guindos, al Banco Central Europeo

Durante su intervención en la sesión de control al Gobierno, Rajoy defendió su política económica y pidió a los senadores que la respalden y que “se sienten a hablar con sensatez y con sentido común en el Pacto de Toledo” sobre el futuro de las pensiones.

En respuesta a una pregunta del Grupo Socialista sobre las medidas que tomará el Ejecutivo para garantizar el sistema público de pensiones, el presidente respondió que “hay que seguir haciendo una política económica que genere crecimiento, cree empleo y haga que aumente la cantidad dedicada a pensiones y al resto de los servicios públicos”.

Rajoy señaló que “cuantas más personas trabajen y cuanto más cobren esas personas, más cotizaciones habrá y mejores pensiones”. En este sentido, subrayó que “toda la política económica del Gobierno ha tenido un objetivo: la creación de empleo”.

El presidente recordó que “los ingresos dedicados al pago de pensiones sufrieron un retroceso descomunal” entre los años 2007 y 2011, antes de su llegada al Gobierno: “Cada vez aumentaba más el gasto en pensiones porque había más pensionistas y cada vez había menos ingresos para pagarlas” porque había una caída del empleo continua.

Al respecto, afirmó que tres millones y medio de españoles perdieron entonces su puesto de trabajo, lo que supuso una pérdida de recaudación de 70.000 millones de euros, que es lo que pone en peligro las pensiones.

Manifestaciones

Rajoy resaltó que las cosas han cambiado, España crea más de 500.000 puestos de trabajo al año y en 2017 se incrementaron en más de 600.000 los afiliados a la Seguridad Social. Por cada nuevo pensionista, el año pasado “había 6,3 cotizantes a la Seguridad Social más. En total, 96.000 pensionistas más y 611.00 afiliados más”, concretó. A su juicio, “el sistema de pensiones puede enfocar el futuro con optimismo”, a pesar de que todavía está en déficit.

Pese a ese discurso, decenas de miles de jubilados se echaron a las calles de toda España el 22 de febrero en el marco de las manifestaciones para defender el sistema público de pensiones y denunciar la subida del 0,25% de las mismas. Los afectados reclaman que los incrementos de las pensiones cubran el aumento de los precios -no como este año, cuando el IPC creció por encima del 1%- y que los Presupuestos Generales del Estado incluyan partidas para asegurar la financiación de la Seguridad Social.

Las concentraciones tuvieron lugar en las principales plazas de más de unos setenta puntos alrededor de España. Madrid, Bilbao, Barcelona, Valencia, Sevilla o Las Palmas de Gran Canaria, entre otras, fueron testigo del malestar de los pensionistas.