El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y el exconseller Toni Comín, huidos de la Justicia española por el ‘procés’, se estrenaron el lunes 13 como diputados del Parlamento europeo en Estrasburgo. Los dos nuevos europarlamentarios estuvieron acompañados por una delegación catalana liderada por el ‘president’ Joaquim Torra y el presidente de la Cámara autonómica, Roger Torrent.
Quien no pudo debutar finalmente como europarlamentario fue el líder de ERC, Oriol Junquera -en prisión tras ser condenado a trece años de cárcel por el ‘procés’-, tras dejar de reconocerle el Parlamento europeo su condición de diputado el viernes 10, después de que el Tribunal Supremo avalara el acuerdo de la Junta Electoral Central (JEC) que le retiraba este estatuto.
El estreno de Puigdemont y Comín como eurodiputados ha sido posible por la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) que el 19 de diciembre falló que Junqueras gozaba de inmunidad parlamentaria desde el 13 de junio, tras proclamarse los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo. La sentencia ha favorecido indirectamente a los huidos de la Justicia al no estar condenados. Junqueras, sin embargo, ha perdido la condición de eurodiputado por estarlo.
La condición de eurodiputados no solo les proporcionará a Puigdemont y Comín inmunidad y un potente altavoz mediático, sino también 70.000 euros del Parlamento europeo a cada uno en concepto de nóminas y dietas atrasadas desde julio.
Sin embargo, el magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena remitió el viernes 10 el suplicatorio al Parlamento Europeo para poder proceder penalmente contra los dos. El magistrado pide a la Eurocámara que suspenda su inmunidad y mantiene las órdenes europeas de detención y entrega contra ambos. También mantiene en vigor la orden nacional de arresto. En España, si son detenidos, no les alcanzaría la inmunidad al estar ya procesados y no se requeriría suplicatorio.
Inhabilitación de Torra
Por otro lado, el presidente de la Generalitat, Joaquim Torra, se niega a abandonar su cargo a pesar de que el Tribunal Supremo confirmó el viernes 10 la sentencia de la Junta Electoral Central (JEC) que le despojó de su condición de diputado autónomico, después de que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) lo condenase a año y medio de inhabilitación por desobedecer el mandato de la JEC de retirar los lazos amarillos de la fachada de la Generalitat durante la campaña electoral de abril.
La JEC precisó en su resolución que la decisión sobre la inhabilitación de Torra es competencia del Parlamento catalán, y el viernes 10 el presidente de este, Roger Torrent, anunció que lo mantendrá como diputado porque el reglamento de la Cámara catalana no prevé “la inegibilidad sobrevenida” como causa de la pérdida de la condición de diputado.
Por otro lado, Torra habló por teléfono el jueves 9 con Pedro Sánchez y acordaron mantener una reunión tras la formación de la nueva administración para, según Moncloa, “recomenzar y retomar el diálogo”, e “intentar arreglar el conflicto político en Cataluña”.