El pleno del Congreso de los Diputados aprobó el pasado 24 de noviembre el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado de 2023 por una holgada mayoría tras recibir el respaldo de diez formaciones políticas (PSOE, Unidas Podemos, ERC, PNV, Bildu, PDeCAT, Más País, Coalición Canaria, Compromís y PRC) que le dieron 188 votos a favor frente a los 169 en contra de otras ocho fuerzas (PP, Vox, Ciudadanos, Junts, CUP, UPN, Foro y Teruel Existe) y la abstención del BNG. Las Cuentas continúan ahora su trámite en el Senado.
El Gobierno reafirmó su apoyo en los partidos independentistas Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Eh Bildu y los nacionalistas del PNV tras asumir cesiones claves para sus socios como la eliminación del delito de sedición, el incremento del cupo vasco o el traspaso de Tráfico a Navarra, lo que conlleva la desaparición de la Guardia Civil en esa comunidad para realizar esas competencias.
Esto último era una demanda de Bildu, formación heredera del brazo institucional de ETA, cuyo líder, Arnaldo Otegi, que cumplió pena de prisión por el delito de pertenencia a la organización terrorista, se jactó de que el Gobierno pacte con los que quieren “marcharse” de España.
Por su parte, el portavoz parlamentario de ERC, Gabriel Rufián, presumió de usar los Presupuestos General del Estado para la sedición al asegurar que usó los votos de ERC para forzar al Ejecutivo a eliminar este delito en la reforma del Código Penal. “Tenemos que usar palancas de fuerza para que el PSOE se mueva”, señaló.
Y es que tras la aprobación de las Cuentas, el Congreso inició los trámites para la supresión de la sedición, con la toma en consideración de la propuesta presentada por el PSOE y Unidas Podemos. Resultó llamativo que un asunto de tal calado, tras el intento de ruptura de los independentistas catalanes en octubre de 2017, se debatiera y se votara a unas horas intempestivas, pasada la medianoche.
Los partidos de la oposición reprocharon a PSOE y Podemos que la reforma del Código Penal se hace a medida de los delincuentes. Además, el PP señaló que se trata de una iniciativa tramposa y fraudulenta.
Una semana después, siguiendo con el trámite de urgencia acelerado por los partidos del Gobierno para que la medida se pueda aprobar antes de fin de año, se celebró de nuevo en el Congreso el debate de las enmiendas de totalidad presentadas por PP, Vox, Cs, Junts y las CUP sin la presencia de ningún miembro del Gobierno y en un horario de mínima audencia al hacerlo coincidir con el partido de España contra Japón en el Mundial de fútbol.
La propuesta recibió la crítica unánime de la oposición y hasta de los interesados en que se lleve adelante, puesto que ERC la considera insuficiente a pesar de que beneficiará a los condenados del procès y a los huidos de la Justicia. Esquerra afirmó que aspira a la amnistía, el derecho a la autodeterminación y la independencia.
Por su parte, el PP acusó al PSOE de haber perdido sus principios y su identidad. Tanto en esta votación como en la anterior, los diputados socialistas permitieron que la propuesta siga su curso. El 9 de diciembre acaba el plazo de enmiendas parciales, con la incertidumbre de si algún partido incluye la reforma del delito de malversación.
El expresidente del Gobierno socialista, Felipe González, condenó la eliminación del delito de sedición y aseguró que en Europa la intentona de 2017 sería considerado un delito de “alta traición”.