La fachada de la Catedral de Santiago de Compostela y su entorno aparecieron el 12 de marzo con una serie de pintadas feministas, contra la iglesia, el partido político Vox o la monarquía que ya están siendo eliminadas por técnicos en la materia. La Xunta de Galicia apostó por incrementar la vigilancia con cámaras, a lo que el Ayuntamiento se niega.