Pedro Sánchez salva la prórroga de 15 días del estado de alarma gracias a Ciudadanos y el PNV pero agrieta la mayoría de izquierdas

El Congreso autoriza la medida hasta el 7 de junio con 177 votos a favor, 162 en contra y 11 abstenciones

Intervención de Pedro Sánchez en el debate con el líder de la oposición, Pablo Casado (PP), al fondo.

El Pleno del Congreso de los Diputados se reunió el pasado 20 de mayo para debatir si autorizaba la quinta prórroga del estado de alarma, hasta las 00.00 horas del 7 de junio, tal y como solicitó el Gobierno.

El estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19 fue declarado mediante el Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo. Posteriormente ha sido prorrogado, con la autorización del Congreso de los Diputados, por los Reales Decretos 476/2020, de 27 de marzo, 487/2020, de 10 de abril, 492/2020, de 24 de abril y 514/2020, de 8 de mayo.

En esta nueva solicitud, se habilita al ministro de Sanidad a concretar las medidas que deban aplicarse en el proceso de desescalada. La progresión de las medidas, o su eventual regresión, se determinará en función de la evolución de diversos indicadores, tanto sanitarios y epidemiológicos, como sociales, económicos y de movilidad. Además, estas medidas podrán aplicarse en ámbitos territoriales concretos, ya sea la provincia, isla o unidad territorial de referencia en el proceso de desescalada.

Al igual que en la prórroga anterior, se prevé que el Gobierno pueda acordar conjuntamente con cada comunidad autónoma la modificación, ampliación o restricción de las unidades de actuación de las limitaciones respecto a la libertad de circulación de las personas, de las medidas de contención y de las de aseguramiento de bienes, servicios, transportes y abastecimientos, con el fin de adaptarlas mejor a la evolución de la emergencia sanitaria en cada una de ellas.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, inició el debate con la defensa de la solicitud de prórroga del estado de alarma, para lo que no tuvo límite de tiempo. Seguidamente, tomaron la palabra, por un máximo de 15 minutos, los representantes de los grupos parlamentarios, de mayor a menor, a excepción del grupo parlamentario socialista, que lo hizo en último lugar. Tras la respuesta del Ejecutivo, sin límite de tiempo, los grupos intervinieron de nuevo en un turno de réplica, en el mismo orden y con una duración máxima de 5 minutos. Finalmente, el presidente del Gobierno clausuró el debate.

La autorización de la prórroga, votada al final del la sesión, fue aprobada con 177 votos a favor (PSOE, Unidas Podemos, Ciudadanos, PNV, Más País, Coalición Canaria, PRC y Teruel Existe), 162 en contra (PP, Vox, 12 de los 13 diputados de ERC, Junts, CUP, Compromís y Foro Asturias) y 11 abstenciones (EH Bildu, Navarra Suma, Nueva Canarias, BNG, y el diputado de ERC Joan Josep Nuet).

El resultado varió un poco de los previsto, en concreto con un voto a favor y una abstención más y dos en contra menos, porque votaron por error a favor dos diputados de Vox y se abstuvo también equivocadamente la portavoz del PSOE, Adriana Lastra, quien votó presencialmente.

Grietas en las relaciones con los socios de investidura

El acuerdo con Cs evidenció la debilidad del Ejecutivo, que cada vez se enfrenta a más dificultades para sacar adelante las prórrogas. Sánchez quería llevar la alarma hasta el 27 de junio, y así se debatió en el Consejo de Ministros, pero los naranjas le forzaron a reducir el plazo a 15 días, hasta el 7 de junio. Al mismo tiempo, este entendimiento con los liberales provocó un nuevo seísmo interno en la formación que lidera Inés Arrimadas (el diputado Marcos de Quinto anunció el día 19 que abandonaba el partido).

Además, el Gobierno comprobó cómo varios de los socios que hicieron posible su investidura se alejan de él por pactar de nuevo con Ciudadanos para sacar adelante esta votación. Es el caso de ERC, un partido que fue clave en su investidura, o de Compromís, que hasta ahora había sido incondicional en su apoyo al Ejecutivo en esta crisis sanitaria, y otros partidos de la izquierda parlamentaria.

De ERC a Compromís, pasando por Más País, Bildu y el BNG, todos los que participaron en la reelección de Sánchez acusaron a la coalición del PSOE y Unidas Podemos de buscar un cambio de cromos, de pasar de la izquierda a la derecha. Todos, salvo el PNV, que volvió a respaldar, como ha venido haciendo hasta ahora.

Los portavoces de ERC y Compromís, Gabriel Rufián y Joan Baldoví, y otros como el de Más País, Íñigo Errejon, que sí que apoyó la prórroga, o los de Bildu y BNG, que se abstuvieron, coincidieron en advertir al presidente de los peligros de acercarse a Ciudadanos en lugar de afianzar sus alianzas más tradicionales.

Sánchez, que instó a todos a apoyar la prórroga para “no derrochar” lo conseguido estas semanas de confinamiento, recalcó que la formación naranja no es su socio de Gobierno, y subrayó que mantiene todos los compromisos adquiridos en su investidura. Así se lo dijo a todos, pero en especial a ERC, al que prometió seguir buscando para dialogar a lo largo de esta legislatura, que según consideró durará cuatro años.

Mando único

El jefe del Ejecutivo se presentó en este debate con un discurso muy similar al de otras prórrogas, insistiendo en que el estado de alarma es el único instrumento constitucional posible para seguir limitando la movilidad. Pero también fue más incisivo que en ocasiones anteriores en sus advertencias sobre los riesgos que se correrían si no se aprueba esta prórroga para que la desescalada sea ordenada, y la “irresponsabilidad” en la que incurrirían los partidos si así sucediera.

Así, defendió el mando único pues, a su juicio, la capacidad de cada autonomía para decidir sobre el desconfinamiento sin necesitar el visto bueno del Gobierno central traería una situación caótica, en la que sería imposible garantizar que no hubiese desplazamientos entre territorios. La desescalada, explicó, no está siendo igual en todas las comunidades (hay zonas del país en fase 1 y otras, caso de Madrid y Barcelona, en fase 0), pero todas las administraciones están trabajando de forma “unida”.

“Asimetría no significa desunión. Saldremos a distintas velocidades, pero saldremos unidos. No hay salida en el desorden”, dijo Sánchez, que señaló que las comunidades “recuperarán la capacidad de decisión”, pero no por el momento. No en vano, sugirió que se está “planteando la última prórroga”, para la cual tendrá que trabajarse mucho el respaldo, para abordar con “máxima eficacia la desescalada”, pero también dio por hecho que habrá algún rebrote.

Y reiteró su petición de apoyo a estos “últimos metros del estado de alarma”. “Nadie tiene derecho a derrochar lo que hemos conseguido entre todos durante estas semanas de confinamiento”, sentenció al respecto el líder socialista, quien también pidió disculpas por los errores de su Gobierno, al tiempo que dijo disculpar los errores cometidos por otros dirigentes políticos.

A todos ellos, de todas las administraciones y partidos, a todos los que tienen responsabilidades públicas en esta crisis, les transmitió su reconocimiento y les dio las gracias, además de defender que se ha avanzado en la cogobernanza y que a medida que avance la desescalada las comunidades recuperarán su “plena capacidad de decisión”.

Pero también destacó que durante todo este tiempo se ha mantenido la “corresponsabilidad” de las comunidades en el ejercicio de sus competencias, ya que el decreto del 14 de marzo por el que se aprobó la alarma no relevaba a los consejeros autonómicos de “ninguna de sus funciones”, y mantenían la gestión de los servicios sanitarios.

La oposición

Unidad es lo que volvió a solicitar Sánchez en este debate en el que arremetió sobre todo contra el líder del PP, Pablo Casado, por “dimitir” de su responsabilidad de Estado como máximo responsable de la oposición y “abrazar” a la ultraderecha, y volvió a felicitar a Cs por demostrar que sus diez escaños son más “útiles” que los 89 de los populares.

El PP, que apoyó las tres primeras prórrogas y se abstuvo en la cuarta, ahora votó en contra. El líder popular consideró que Sánchez está “como pollo sin cabeza cambiando de socios”, aunque “cada vez más solo y cada vez más aislado”.

Casado elevó todavía más su crítica al Ejecutivo. “Es incapaz de proteger a los españoles más allá de con esta brutal reclusión”, señaló, para añadir que Sánchez “tendrá que pedir rescate a Europa y recortar el Estado del Bienestar”, porque “sus previsiones económicas no se las cree nadie”.

Explicó que su formación votaba en contra porque considera que el estado de alarma es un “agujero negro” para las libertades públicas y porque Sánchez “ha convertido el estado de alarma en una subasta con los separatistas y proetarras”, por lo que consideraba una “irresponsabilidad” apoyar al presidente del Gobierno.

El líder de Vox, Santiago Abascal, advirtió a Sánchez de que su partido no descansará hasta que se haga “justicia” por la muerte de miles de españoles y la “ruina de millones”. “Ustedes conocían la letalidad del virus el 10 de febrero”, espetó al presidente del Gobierno.

Reproches de sus socios

En esta ocasión, no obstante, los reproches para Sánchez vinieron también de sus hasta ahora socios. Gabriel Rufián acusó a Sánchez de “llevarse por delante, quizá de forma irremediable, el espíritu de la investidura”. Un espíritu que, incidió, no sólo era “palanca para el progresismo” sino también “un dique de contención al fascismo”. ERC exigía acabar con el mando único del Ministerio de Sanidad para votar a favor de la prórroga.

Joan Baldoví, por su parte, acusó al Gobierno de faltar el respeto a los valencianos por no acceder a aumentar su financiación y pactar con quienes les niegan “el pan y la sal” y “blanquean a la ultraderecha”, en alusión a Ciudadanos.

Discursos parecidos hicieron otros portavoces de la izquierda, mientras el portavoz adjunto de Ciudadanos, Edmundo Bal, defendió su posición mientras advirtió de que con el partido naranja el Ejecutivo no ha ganado un socio de Gobierno sino un partido de Estado que ha optado por votar pensando en el interés general.

Advirtió así otra vez a Sánchez de que no vuelva a “amenazar” a las fuerzas políticas ni a “chantajear” a los ciudadanos con la idea de que si no tienen el respaldo para nuevas prórrogas quedarán desprotegidos. “Cumpla con los acuerdos, con los españoles y nos tendrá a su lado. Y si no cumple, ya ha visto lo solo que está”, ha recalcado Bal sobre una votación que cada vez le cuesta más trabajo a Sánchez sacar adelante.

El portavoz del PNV, Aitor Esteban, defendió el voto positivo de su grupo porque “va en la línea” de las demandas planteadas en aspectos como la llamada “cogobernanza” y el diálogo con las comunidades, y lo calificó de “positivo”.

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