El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, inauguró el pasado 10 de septiembre el Instituto Cervantes de Shanghái, el segundo que abre la institución en China convirtiendo a España “en el único país con dos centros culturales reconocidos” en la potencia asiática.
Sánchez mostró “su orgullo” y aseguró que el interés entre las lenguas de ambos países, el chino y el español, es recíproco. “Para la importante empresa de difundir y promover el aprendizaje y el conocimiento, el español cuenta con la ayuda de inestimables hispanistas”, añadió. Además, subrayó que España es uno de los países europeos donde el estudio del chino mandarín “tiene mayor dinamismo”.
El Instituto Cervantes tiene presencia en China desde 2006, cuando se abrió en Pekín, en el distrito de Chaoyang. Un año más tarde, en 2007, los entonces Príncipes de Asturias inauguraron la Biblioteca Miguel de Cervantes en Shanghái, que hasta hoy dependía del Consulado español pero era gestionada por el Instituto. Con el acto del pasado 10 de septiembre y la firma del convenio el día anterior en el Palacio del Pueblo de Pekín entre el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, y el ministro de Cultura y Turismo chino, Sun Yeli, se da carta de naturaleza al segundo Cervantes en el gigante asiático.
“Hace años que trabajamos, mucho y bien, con China y en China”, dijo Luis García Montero, director del Instituto Cervantes, en su intervención en el acto. Montero ha hecho un recorrido por los lazos culturales entre el país de Confucio y España y se refirió al chino y el español como las dos lenguas maternas más habladas del mundo. El diálogo entre ambas, añadió, “impide cualquier deseo de homogeneización de culturas que se pretenden únicas”. Y subrayó que “un mundo anglosajón que no cuente con el chino y el español no es solo un mundo limitado y ciego, es un mundo de mentira”. Por último, anunció que la biblioteca del nuevo Cervantes de Shanghái –que cuenta con más de 12.000 libros en castellano y las otras tres lenguas cooficiales– llevará el nombre de la Marcela de Juan, autora de traducciones pioneras al español de poesía china.
El Instituto Cervantes de Shanghái, que dirigirá Inma González Puy, tiene una superficie de 1.200 metros cuadrados y está ubicado en la calle Anfu, en la antigua “concesión francesa”, uno de los enclaves históricos de la capital económica, en el que conviven edificios de carácter europeo y otros de diseño vanguardista. Es el barrio de la cultura y del diseño por excelencia.
Actualmente, en China hay cerca de 60.000 estudiantes de español activos en centros de enseñanza reglada, si bien la enseñanza no reglada —academias, aplicaciones, autodidactas— no ha podido aún ser cuantificada por fuentes oficiales, pero se acercarían a 70.000 en total, señalan desde el Instituto Cervantes. Uno de los principales retos de futuro para el español en este país es la formación de formadores, dada la carencia de profesores cualificados.
China está entre los primeros centros en número de inscritos DELE (Diplomas de Español) en la red del Instituto Cervantes con más de 5.500 examinados en 2023—desde su implantación, han sido más de 87.000 los exámenes realizados—. Desde la apertura del Cervantes en Pekín y sus extensiones académicas en Shanghái y otras ciudades, se han formado en China 31.000 alumnos y ha habido cerca de 64.000 matrículas.