El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, participó el 13 de septiembre en Oslo en una conferencia sobre empleo y cohesión social auspiciada por el Fondo Monetario Internacional y la Organización Internacional del Trabajo. Situar la creación de puestos de trabajo, la empleabilidad y las condiciones para el empleo en el centro de todas las políticas públicas fue de las conclusiones principales que se alcanzaron en el encuentro. En su comparecencia ante los medios junto a su homólogo noruego, Jens Stoltenberg, Rodríguez Zapatero, preguntado por los periodistas sobre la reforma laboral, insistió en que habrá que esperar unos meses “para que se pongan en funcionamiento todas las posibilidades de la reforma laboral”.
En cuanto a la anunciada reforma del sistema de pensiones, el presidente del Gobierno recordó que el Pacto de Toledo tiene que emitir un informe al respecto. Según señaló, “la voluntad del Gobierno es que podamos disponer del mismo para que antes de fin de año el Gobierno apruebe el proyecto de ley de reforma del sistema de pensiones para su remisión al Parlamento”. El objetivo, según aseguró, es que tenga el máximo consenso posible. Explicó que la necesidad de la reforma deriva del hecho de que “si hoy la expectativa de vida de los españoles es la segunda más alta del mundo después de Japón, es bastante evidente que para tener pensiones cada vez mejores, que lleguen a todos, debemos dar una respuesta”. Añadió que “si un gobernante sabe que en 10 ó 15 años nuestro sistema de pensiones puede tener problemas hay que actuar, y vamos a actuar”.En su intervención en la conferencia de Oslo, Zapatero sostuvo que hay que aproximarse al problema del paro con “una nueva mirada” en la que la formación resulta fundamental. En su opinión, es imprescindible cambiar la visión de lo que es desempleo y lo que es empleo y poner el acento más en la formación que en la mera protección. “Una persona cuando está formándose está trabajando, está trabajando para un país”, subrayó. Estas declaraciones del presidente suscitaron críticas en España y, así, el presidente del PP, Mariano Rajoy, indicó que fueron unas manifestaciones “desafortunadas” y “absurdas” ya que considera que “lo único que hacen es generar una desconfianza mucho mayor de la que ya hay”.
Desde los principales sindicatos, Cándido Méndez (UGT) indicó que tras la declaración “hay un reconocimiento a los parado o bien una amenaza que ha comenzado a fraguarse con la rebaja de 100 a 30 días para imponer sanciones a los trabajadores que rechacen ofertas de empleo o de formación”; mientras Ignacio Fernández Toxo (CCOO) indicó que puede ser que el Gobierno “esté buscando una excusa para retocar y maquillar las cifras del desempleo”.