Mientras, Mariano Rajoy, en unas jornadas del PP en Barcelona, reclamó mayor seguridad ciudadana y se refirió al fenómeno ocupa.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmó, a cuatro meses de las próximas elecciones municipales, que no se gana con el insulto ni las descalificaciones, sino con las palabra y las ideas. Además, aseguró que su Ejecutivo será “inflexible” con la corrupción urbanística. Zapatero hizo estas consideraciones en el acto de presentación de los candidatos socialistas a las alcaldías de las capitales de provincia y de los municipios de más de 50.000 habitantes, que se desarrolló en la localidad madrileña de Leganés ante unos 4.000 militantes y simpatizantes, según los organizadores.
Zapatero aseguró a los candidatos que “merece la pena España” y les instó a que tengan presente que “gana quien lo merece, no quien cree que se lo merece”. “Se gana con la palabra y las ideas, no con el insulto y las descalificaciones, escuchando y no pidiendo siempre que te escuchen”, afirmó. Zapatero se detuvo especialmente en la política de vivienda asegurando que el Gobierno puso a disposición de Comunidades y Ayuntamientos más suelo que nunca para construir viviendas de protección oficial.
Por su parte, el presidente del PP, Mariano Rajoy, alertó de los riesgos que implica la “condescendencia” y la “permisividad” con ocupas y delincuentes, y advirtió también de que este “caldo de cultivo” va en contra de los derechos y libertades de los ciudadanos.
Rajoy dirigió este mensaje a los Gobiernos catalán y central en la clausura de la convención de seguridad del PP, durante la cual este partido censuró la política de seguridad de estas administraciones y planteó su alternativa. Ante unas setencientas personas, el presidente del PP, que este año quiere visitar las 41 comarcas de Cataluña para dejar claro que los catalanes pueden confiar en su partido, utilizó un discurso más teórico que basado en la crítica para censurar la política de estos Gobiernos.
Remarcó que el problema de la seguridad es, en realidad, un problema de los derechos y libertades de los ciudadanos, y que “no hay seguridad de derechas o de izquierdas, sino políticas buenas o malas”.
También comentó que en una parte de la sociedad española “se ha instalado un clima de impunidad” y de olvido de la defensa de los derechos de la gente, “y eso es especialmente peligroso cuando son los propios gobernantes los que encabezan esta cruzada a favor de la impunidad”, añadió Mariano Rajoy.