Xosé Neira Vilas presentó su libro ‘Días de Cuba’ en Santiago de Compostela

La memoria de un gallego cubano y de un cubano gallego

De izquierda a derecha: Víctor F. Freixanes, Xosé Neira Vilas, José Antonio Solana y Valentín García en la presentación.
Neira Vilas con la portada del libro, en la que aparece con su mujer, ya fallecida, Anisia Miranda.
Una panorámica de la librería durante la presentación del libro.
Intervención del secretario xeral de Política Lingüística de la Xunta, Valentín García.

En el acto participaron, además del autor, el director de la Editorial Galaxia, Víctor F. Freixanes; el cónsul general de Cuba en Galicia, José Antonio Solana; y el secretario xeral de Política Lingüística del Gobierno gallego, Valentín García.
Luciendo con orgullo su guayabera, el padre del clásico Memorias dun neno labrego -así como de otros trece libros con temas que unen a Galicia y la Gran Antilla- recordaba vivencias y peripecias almacenadas a lo largo de treinta años en el solar más dulzón del Caribe. Neira Vilas, natural del Val do Ulla (Pontevedra), residió en Cuba entre 1961 y 1992 junto a su mujer, Anisia Miranda, quien lo acompaña en la fotografía de portada del volumen en su último viaje juntos a la isla (2008).
El 2 de julio de 2011, medio siglo después de su llegada a La Habana desde Buenos Aires, el escritor comenzó a transportar sus recuerdos -sus lembranzas- de la memoria al papel, pues “lo que no está en los papeles no está en el mundo”. Ahora, tres primaveras más tarde y con 85 años en las espaldas, el autor presenta su último trabajo -que no el definitivo-, un fruto más de su prolífica vida como creador y recopilador de historias. ‘Días de Cuba’ es una evocación de aquel “fervoroso tramo” de su existencia, que hizo que hoy día no sienta este país como su segunda patria, sino como su “patria paralela”.
Escritor e historiador imprescindible
En el acto, Freixanes destacó como editor “la calidad de ésta y de sus demás obras en su labor como documentalista, complementaria a su dimensión ficcional”. Palabras que suscribió el representante consular cubano, José Antonio Solana, al definir a Neira Vilas como “un gran historiador y uno de los escritores que más aportó a nuestro país, donde vivió alegrías y tristezas junto a nuestro pueblo”. Solana subrayó también el compromiso del autor con sus dos “patrias paralelas”, sabiendo “vivir en Cuba su compromiso con Galicia y vivir en Galicia su compromiso con Cuba”. En su intervención, Valentín García insistió en la importancia de Neira como documentalista a ambos lados del Atlántico, destacando que “siempre fue y es imprescindible como rastreador de nuestra historia”.  
Cuatro ejes narrativos
El libro se divide en cuatro ejes narrativos. El primero de ellos está dedicado a las diferentes labores profesionales desempeñadas por el escritor en Cuba, desde alfabetizador y periodista a miliciano y sindicalista. El segundo de ellos se centra en sus relaciones de amistad con figuras como los escritores Nicolás Guillén o Alejo Carpentier. El tercer foco se compone a partir de las “Cartas (máis ou menos intemporais) a Luís Seoane”, misivas literarias enviadas a su amigo gallego afincado en Argentina. El último eje temático profundiza en los personajes de José Martí, Ernesto Che Guevara y Fidel Castro; nombres y hombres esenciales en su relación con el país caribeño. El volumen se cierra con un capítulo de agradecimientos y con dos discursos pronunciados por el autor en las universidades de La Habana y de Santiago de Compostela, el primero de ellos en su doctoramiento Honoris Causa y el segundo en el día de su condecoración con la medalla Alejo Carpentier de la República de Cuba.
“Amo Cuba y soy rotundamente gallego”
Neira Vilas residió 43 años en América, primero en Buenos Aires (desde 1949 a 1961), donde estudió periodismo y creó junto a su esposa, la escritora cubana Anisia Miranda, la editorial Follas Novas; y después en la Habana (de 1961 a 1992), donde fundó y dirigió durante 22 años la Sección Gallega del Instituto de Literatura y Lingüística, se especializó en periodismo literario y ejerció de redactor jefe de la revista infantil Zunzún. En su disertación, además, el autor repasó algunos hechos anecdóticos vividos en aquellos primeros años de una Cuba revolucionaria que “tenía que construir una nueva sociedad con los escombros de la vieja”. En la dedicatoria del libro el autor declara que “eu amo Cuba e son rotundamente galego”.