Este año, el torneo reunió a más de 250 personas.
Luego de jugar en ocho sedes distintas durante todo el invierno, llegó a su fin en el local del Centro Social y Deportivo de Bolos Valle Miñor, que durante más de cinco horas estuvo totalmente repleto de jugadores de juegos de salón, la actividad que agrupa a casi todas las instituciones de la colectividad española del país.
Quedan fuera de estas competencias aquellos clubes que no logran juntar jugadores para todas las disciplinas, única forma de participar en las olimpiadas.
Hasta media hora antes de terminar la competencia, y mientras se comenzaban a servir los primeros platos de la cena que se disfruta en cada fecha ofrecida por el club locatario al resto de los competidores, la posibilidad de que el Centro Asturiano Casa de Asturias del Uruguay pudiera superar al Valle Miñor, estaba aún con posibilidades lo que dio una expectativa hasta ultimo momento de saber quien sería el nuevo campeón.
Pero, igual que el año pasado, nuevamente los miñoranos ganaron la tabla general.
Resultados por disciplina
Es que los presididos por Eduardo Costa, y cuyo delegado preside la Liga Española de Deportes, Martín Rodríguez Caridad, por supuesto sin que ello ponga en duda la legalidad del triunfo; lograron tres campeones en los juegos de rana masculina y femenina y en la conga femenina, lo que disparo la ventaja antes de los desempates a 266 puntos contra los 240 de los asturianos. Sin embargo, justamente éstos últimos, fueron que tienen mayores campeones. Es que lograron ser los mejores en domino, cerca da raia femenino, tute, y escoba femenina.
Los otros campeones son el Centro Gallego de Montevideo en cerca da raia; el Pontevedrés en damas y en la conga mixta; y la Sociedad Islas Canarias en el mus. Restan definir algunos desempates en la brisca entre Casa de Galicia y Centro Asturiano C. Asturias; truco entre Alma Gallega y Centro Ourensano; y la escoba entre Valle Miñor y Centro Gallego.
Estos juegos sin duda permiten a más de 250 jugadores confraternizar, y también hasta pelear resultados ante un tribunal de fiscales que tienen noche a noche un arduo trabajo, pero que finalmente son reconocidos por su honestidad y justicia.
En estas últimas olimpiadas lo que se ha notado es el fichaje de jugadores en otras instituciones, es que parece que se van de sus clubes de origen y juegan en otro equipo, provocando rivalidades clásicas que son zanjadas simplemente con el pago de la bebida por parte del perdedor de esa noche. Una verdadera competencia entre hermanos a pesar de que todos quieren ser campeones.