Valcárcel, que se convertirá en el primer presidente autonómico español en dirigir este órgano comunitario, fue elegido por 220 votos a favor por los miembros del pleno del CDR, celebrado este mañana en el Parlamento Europeo, para ocupar la presidencia de este órgano. Según lo pactado, Valcárcel ocupará la Vicepresidencia Primera durante un primer periodo de dos años y medio, y la Presidencia a partir de junio de 2012, a lo largo del segundo periodo del mandato del CDR.
Durante la celebración del pleno y tras su elección Valcárcel estuvo arropado, entre otros, por sus homólogos de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, Castilla y León, Juan Vicente Herrera, La Rioja, Pedro Sanz, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón. Todo ellos destacaron su vocación europeísta y la importancia que tiene para todas las comunidades autónomas y municipios de España “que el CDR esté dirigido por un español de su talla política y de su experiencia”, según Aguirre.
Gallardón destacó que el presidente murciano “ha demostrado ser un político dialogante, que busca el consenso, y es ese estilo de hacer política lo que le ha llevado a este reconocimiento“.
Para Juan Vicente Herrera, esta elección supone un “gran acierto”, ya que “es un político que está construyendo la España autonómica y, al tiempo, una Europa más cercana al ciudadano”.
En la comparencia posterior a su designación como presidente, el jefe del Ejecutivo murciano calificó como “reto apasionante” afrontar el mandato del CDR, por lo que supone la aportación a aspectos tan importantes para el futuro de UE como la cohesión territorial, debate que precisamente comenzará en el periodo de su mandato.
La cohesión, un objetivo propio y definido del CDR en esta legislatura
“La UE -afirmó Valcárcel- se ha concebido y se sostiene sobre el pilar de la solidaridad y la subsidiariedad, lo que tiene mucho que ver con la cohesión territorial, porque no es posible que desde la Europa rica no se tienda la mano a la menos rica”, a lo que añadió que “la Europa de las desigualdades se debe superar desde la cohesión”.
Como un objetivo propio y definido del CDR, según el presidente, se debe impulsar una cooperación más estrecha entre las regiones, para lo que “hay que hacer valer la experiencia y las buenas prácticas de las autoridades locales y regionales”.
El presidente consideró que, hasta ahora, la Política de Cohesión comunitaria ha sido un éxito para promover el desarrollo y crecimiento de las regiones de la Unión Europea, por lo que, en este próximo periodo, esta iniciativa “debe no sólo mantenerse, sino además impulsarse”, para lo que, “resulta fundamental” contar con un presupuesto comunitario ambicioso.
En la actualidad se está planteando en el seno de la UE el debate de los presupuestos europeos para los próximos años, y es aquí, según Valcárcel, donde el CDR debe estar, “donde hay que dar la batalla”. En este debate, el Comité de las Regiones adquiere “más peso específico y avanza para tener ese peso ante el Consejo Europeo”.
Es importante, remarcó el presidente, “conseguir que la solidaridad y la subsidiariedad tengan su reflejo a partir del presupuesto comunitario”.
Futuro de la política regional de la UE
Valcárcel planteó también como principales retos y objetivos para este periodo la conformación de la futura Política regional de la Unión europea, la aplicación del Tratado de Lisboa en este ámbito, la cooperación descentralizada, la gobernanza a todos los niveles y conseguir un mayor impacto y visibilidad del Comité de las Regiones.
La Entrada en vigor del Tratado de Lisboa ha dado un nuevo impulso al Comité de las Regiones, al que otorga importantes atribuciones como “guardián del principio de subsidiariedad”, uno de los “pilares de la Unión Europea”, según Valcárcel.
Así, con el nuevo Tratado, el CDR tiene derecho a acudir al Tribunal de Justicia europeo si considera que el principio de subsidiariedad no ha sido adecuadamente respetado por las instituciones europeas. En este sentido, “el Comité de las Regiones debe estar, a partir de ahora, a la altura de los nuevos retos y debemos asegurarnos de poder responder con responsabilidad y eficacia desde un punto de vista político, administrativo y jurídico”, apostilló.
Potenciar la relación con los parlamentos nacionales y regionales
El nuevo mandato que afrontará Valcárcel al frente del CDR implica una relación más directa de este organismo con los parlamentos nacionales y “debemos conseguir también que con los parlamentos regionales”, señaló.
Asimismo, reiteró su compromiso para “potenciar” desde el CDR “la capacidad de influencia y liderazgo” para que las regiones y ciudades europeas se conviertan “en interlocutores válidos y directos de la Estrategia UE 2020, que persigue una salida de la actual crisis y la entrada en una nueva economía social de mercado sostenible”.
En relación a la presencia social que por su impacto y visibilidad debe tener el CDR, Valcárcel apuntó que es necesario buscarla ante las Instituciones europeas y ante los propios ciudadanos.
Así, afirmó que “debemos estar seguros de la existencia de un impacto real de nuestros trabajos en el resto de las Instituciones comunitarias, al tiempo que implicar a todos los ciudadanos en este proyecto europeo, por lo que nosotros, como representantes más directos de los ciudadanos europeos, estamos obligados a comunicar con mayor eficacia la importancia de los objetivos y logros de la UE para su vida diaria”.