Una multitud de ciudadanos casi llenó el pasado día 15 la madrileña plaza de Colón convocados por la Cumbre Social, encabezada por los sindicatos CC.OO, UGT, CSI-F y USO y con representación de 150 asociaciones y organizaciones sociales, para exigir al Gobierno que dé un giro a su política y convoque un referéndum sobre los recortes que está aplicando para que la ciudadanía se pronuncie.
Ocho marchas de miles de personas venidas de toda España en alrededor de un millar de autobuses, así como los empleados públicos de la educación, de la sanidad y del resto de ministerios, además de los trabajadores sociales secundaron la convocatoria bajo el lema: ¡Vamos! ¡Quieren arruinar el país, hay que impedirlo! Los organizadores eludieron cifrar la participación que la Delegación del Gobierno de Madrid situó entre 50.000 y 65.000 personas en el momento de mayor afluencia.
El secretario general de UGT, Cándido Méndez, y el de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, pidieron al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que no pierda la oportunidad de escuchar a los ciudadanos que rechazan sus recortes, y le avisaron de que tiene la “llave” para evitar una nueva huelga general. En la declaración leída por la Cumbre Social, se pide al Gobierno que someta a referéndum el “rescate” de la economía que, según Toxo, está negociando el Ejecutivo con Bruselas.
El ministro de Economía, Luis de Guindos, que expresó su respeto absoluto hacia la concentración, dijo ser consciente de los sacrificios que se están pidiendo a la sociedad, pero advirtió de que son “ineludibles” para la recuperación. La concentración contó con el apoyo del PSOE -que envió una delegación encabezada por su secretario de Organización, Óscar López- y de IU, representada por su coordinador general, Cayo Lara, y algunos diputados.