Un fuerte temporal de nieve, lluvia y viento que afectó a gran parte de España, sobre todo al centro y al norte, dificultó el regreso de muchos ciudadanos durante la operación retorno de Semana Santa y que finalizó a las 12 de la noche del lunes 24 de marzo en todo el país.
Las nevadas obligaron a cortar numerosos puertos de montaña de la red secundaria y al uso de cadenas en Los Tornos (N-629) e Incinillas (N-232), en Burgos; en el de San Glorio (N-621); en Pajares (N-630); en el de Pontón (N-621), en León; y en el de Somport (N-330), en Huesca, de la red principal.
Protección Civil activó un dispositivo especial con 1.029 máquinas quitanieves, 658 almacenes de sal y más de 178.000 toneladas, distribuidas por las zonas afectadas por el mal tiempo.
En otros puntos de la geografía española donde no se dejó sentir el temporal, el gran volumen de vehículos provocó retenciones y tráfico lento casi toda la jornada del domingo 23.
Hubo atascos de hasta 30 kilómetros en la AP-6, entre las localidades segovianas de Adanero y el Espinar, así como en la A-4, entre Bailén y Santa Elena, en la provincia de Jaén. Hasta 25 kilómetros de retenciones hubo en la carretera de Extremadura en sentido Madrid, a la altura de Talavera de la Reina.
En Valencia, por su parte, los conductores encontraron importantes retenciones a la salida y en la A-7, a la altura de Ribarroja.
Menos de 100 muertos
En cuanto a la siniestralidad en las carreteras españolas durante la Semana Santa, se produjo un importante descenso del número de fallecidos con respecto a 2007.
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, en un balance provisional realizado en la mañana del 24 de marzo y a la espera de cerrar la operación retorno a las 12 de la noche del mismo día en las seis Comunidades donde era festivo, se mostró optimista sobre la evolución del número de siniestros y de muertos, ya que entre el viernes 14 de marzo y la medianoche del 23 se habían producido 55 muertos, 44 personas menos que en la Semana Santa de 2007, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT).
“Cuando se hace balance del tráfico, uno siempre piensa en las 55 personas que perdieron la vida y en las cosas que se podrían haber hecho para evitarlo”, dijo el ministro en declaraciones recogidas por distintos medios.
“Lo más importante es que estas cifras confirman la tendencia de enero y febrero, que es muy buena”, añadió Pérez Rubalcaba.
Respecto a los motivos del descenso de fallecidos y de la siniestralidad en la carreteras, el titular de Interior destacó una mayor responsabilidad por parte de los conductores, así como las “eficaces” medidas puestas en marcha por la DGT, como el incremento del número de guardias civiles y de radares en las vías, además de la reciente reforma del Código Penal en materia de seguridad vial con el consiguiente endurecimiento de las penas ante la comisión de infracciones de tráfico.