Tras el atentado fueron evacuados inmediatamente al hospital ROLE 2, en la Base de Apoyo Avanzado de Herat, donde fueron atendidos. El cabo Cabello fallecía horas después mientras estaba siendo intervenido quirúrgicamente, sin que los médicos pudieran hacer nada por salvar su vida.
Los cinco militares que resultaron heridos leves evolucionan favorablemente y uno de ellos regresó en el avión que trasladó el cuerpo de su compañero fallecido hasta Las Palmas de Gran Canaria, donde se celebró el funeral.
El cabo Cristo Ancor Cabello Santana, natural de Las Palmas, había ingresado en el Ejército de Tierra en 2003. Pertenecía a la especialidad fundamental de Infantería Ligera y se encontraba destinado en el Regimiento de Infantería Ligera 'Soria 9', con base en Las Palmas. El cabo Cabello había sido condecorado con la Medalla de las Naciones Unidas, por su participación en El Líbano.
“Deuda permanente”
Tras conocerse la noticia no han cesado de aparecer numerosas muestras de condolencia a los familiares del militar fallecido. El primero de ellos fue el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, quien además resaltó el mérito de la misión española en Afganistán. “La sociedad española tiene una deuda permanente con todos los servidores públicos, con todos nuestros soldados, que, lejos de nuestras fronteras, luchan por la seguridad, la estabilidad y la paz, y por erradicar la violencia y el fanatismo. Esa deuda está permanentemente con nosotros, está con la sociedad española. Por tanto, una vez más, le rendiremos el homenaje oportuno”.
Por su parte, la ministra de Defensa, Carme Chacón, se trasladó hasta Herat, en donde transmitió al destacamento español el sentimiento de pésame y dolor de toda la sociedad, empezando por el Rey Don Juan Carlos, quien le pidió personalmente que les expresara su más profundo pesar y sentimiento.
Asimismo, Carme Chacón envió un mensaje de ánimo a los militares españoles para proseguir la misión y continuar luchando por la paz, el desarrollo y la democracia en Afganistán, al igual que hicieron Cristo Cabello Santana y sus cinco compañeros heridos, que no vacilaron ni un solo momento en anteponer el interés colectivo a su propio interés.
Antes de iniciar el viaje de regreso con el féretro del cabo Cristo Ancor Caballero, la ministra presenció el funeral a pie de pista en el que sus compañeros le rindieron un sentido homenaje que concluyó con la entonación del himno 'La muerte no es el final'.