El programa comenzó con una misa en la Iglesia Parroquial de San Andrés, cantada por el coro parroquial, en la que se recordó especialmente a los emigrantes fallecidos. Posteriormente, tuvo lugar en el recinto ferial la tradicional cena de hermandad, amenizada con música tradicional.
En su intervención, la viceconsejera de Seguridad y Emigración recordó el compromiso del Gobierno de Asturias con todos los emigrantes, al tiempo que tuvo unas emotivas palabras de agradecimiento para la labor filantrópica que la emigración asturiana, y en especial la de América, tuvo con su tierra natal, creando escuelas, fuentes y lavaderos y también hospitales.
Esta celebración anual pretende unir lazos con los numerosos emigrantes del concejo, especialmente aquellos que se encuentran en el continente americano, y recordar a los que no pudieron volver a su tierra.