“La inmigración es un desarraigo. Tú estás sembrado en un sitio con tus raíces y tus nutrientes y te sacan de ahí y te ponen en otra tierra. Eso te mueve todo el piso”, ilustra Larisa Castro-Nobile, la presidenta del Teléfono de la Esperanza en Suiza. En este contexto de dificultad añadida a la vida diaria, un equipo de unas treinta personas aportan voluntariamente su tiempo y lo mejor de sí mismos para que la opción de marcar un número y contar con apoyo sea algo a lo que ningún hispanohablante renuncie.
En 2005, de la mano del sacerdote Ángel Sanz, vio la luz esta organización, aconfesional y apolítica, a modo de reflejo de la que en España llevaba 40 años funcionando. Sanz había sido, por 17 años, presidente del Teléfono en Zaragoza, su anterior destino y, cuando fue trasladado a Suiza, pensó que en un país donde el idioma es distinto, ofrecer este servicio en español hacía mucha falta. Para ello, buscó un equipo de voluntarios y estuvieron seis años preparando el terreno: Formando a quienes atenderían la línea y creando un fondo que asegurara por unos años la pervivencia del Teléfono. “Poco después de la inauguración trasladaron nuevamente al padre Sanz a España, a Valencia”, explica Larisa, “por eso asumí la presidencia”.
El de Suiza fue el primer teléfono creado en un país que no es hispanohablante. Actualmente, hay otros en Inglaterra (Londres) y en Portugal, además de los que se encuentran en Latinoamérica (Argentina, Colombia, Bolivia, Ecuador, Honduras). Por otro lado, la red sigue ampliándose y está proyectada la apertura en Alemania, Holanda, Nicaragua, Perú, Estados Unidos (Miami), República Dominicana y Venezuela.
Datos del Teléfono de la Esperanza en Suiza:
Teléfono: 0041 438176643
(se atiende de lunes a viernes 6 horas al día).
Información sobre cursos o voluntariado: zurich@telefonodelaesperanza.org / www.telefonodelaesperanza.org