Suiza asegura que cumplirá sus acuerdos con la Unión Europea

Desde el Gobierno helvético recordaron que tienen un plazo de tres años para aplicar el resultado del referéndum sobre inmigración

Representantes del gobierno suizo aseguraron el jueves 20 de febrero a la Comisión Europea (CE) que el país helvético «respetará todos los acuerdos» que tiene con la Unión Europea y que quiere seguir el diálogo con los Veintiocho, al tiempo que recordó que dispone de tres años para convertir en ley los resultados de su voto sobre la inmigración.

«Suiza está vinculada a todos los acuerdos que tiene con la Unión Europea (UE), incluido el de la libre circulación de personas, y los respetará», afirmó en Bruselas al secretario de Estado de Asuntos Exteriores helvético, Yves Rossier.

Rossier y el director general del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), David O’Sullivan, analizaron este jueves el impacto sobre las relaciones bilaterales del referendo celebrado en Suiza el 9 de febrero, en el que el 50,3 % de los votantes apoyaron establecer cuotas para la entrada de trabajadores extranjeros.

«La situación es compleja y difícil», subrayó O’Sullivan, que hizo hincapié en que la libertad de circulación de personas es uno de los pilares fundamentales para la UE.

El resultado del referendo helvético supone para el Gobierno de Berna realizar una modificación constitucional de su carta magna, además de iniciar un proceso parlamentario para convertirlo en legislación en un periodo máximo de tres años.

El primer impacto del resultado del voto fue que Berna suspendió el pasado sábado la extensión a Croacia del actual acuerdo de libre circulación de personas con la UE, vigente desde 2002, por considerar que contradice la decisión de limitar la entrada de trabajadores extranjeros al país.

La respuesta por parte de Bruselas fue posponer la ampliación a la Confederación Helvética de los programas Horizonte 2020 y Erasmus+, de investigación y educación, respectivamente, hasta que Croacia quede incluida en el acuerdo.

«No se trata de tomar medidas para castigar los resultados del referendo suizo, sino que ese resultado ha producido una nueva situación legal», subrayó en conferencia de prensa el responsable comunitario, al tiempo que admitió que ha sido «una decisión que tiene un amplio impacto potencial para las futuras relaciones».

No obstante, ambos interlocutores se esforzaron por mostrar que hay puentes tendidos entre dos socios que, en palabras de O’Sullivan, tienen una relación «extremadamente cercana, somos familiares cercanos».

Por parte helvética, Rossier insistió en que «es el momento de trabajar con la cabeza fría y preparar el futuro de nuestra relación».

Las complejas relaciones entre la UE y Suiza, que en 2001 ya rechazó en referéndum negociar su adhesión al club comunitario, se rigen por casi un centenar de acuerdos bilaterales.

Hay un millón de europeos residentes en Suiza, y unos 230.000 ciudadanos de Francia, Italia y Alemania cruzan a diario sus fronteras para ir a trabajar, mientras que unos 430.000 helvéticos viven en países de la UE, según datos de la CE.

La CE, dijo O’Sullivan, está aún a la espera de que el Gobierno helvético realice el análisis del voto de hace diez días para resolver el problema, que insistió es «serio» y para el que «no hay una solución mágica».