“Me convenció la oferta del Atlético porque me gusta jugar en un club ambicioso y un equipo de los grandes. Además, tiene su historia y ha ganado muchos títulos. Este año está haciendo una gran plantilla porque tiene que volver al puesto que se merece”, declaró el futbolista luso.
Simao comparó la situación actual del equipo rojiblanco con la del Benfica antes de que él llegara aunque confesó que espera, que al igual que en el equipo portugués, “todo se arregle”.
Sobre sus similitudes con otro de los pretendidos por el 'Atleti', Ricardo Quaresma, Simao zanjó el asunto porque, en palabras del portugués, es “un gran jugador” pero “su juego es distinto”.
“Yo creo que el club y la afición se merecen lo mejor. Ahora toca trabajar y demostrar mi valía en el campo para que así todos estemos felices. Queda tiempo para preparar la temporada y espero, junto a mis compañeros, devolver al equipo donde se merece”, apuntó.
El portugués reconoció que todavía no había hablado con su nuevo míster, Javier Aguirre, pero que lo haría una vez terminada la presentación y que su deseo, en esos momentos, era “conocer a la plantilla, jugar para el equipo y dar lo mejor para intentar ganar”. “Es muy fácil hablar pero es más difícil demostrarlo con hechos”, sentenció el futbolista, que fue nombrado la pasada temporada mejor jugador de la liga portuguesa.
El Atlético jugará la UEFA
El Atlético de Madrid certificó el pasado 28 de julio en el Vicente Calderón su pase a la próxima edición de la Copa de la UEFA, de la que deberá disputar la ronda previa en el mes de agosto, al ganar por 1-0 al Gloria Bistrita y conseguir dar la vuelta a una eliminatoria que se había complicado en la ida tras perder 2-1 en Rumanía.
Llegaba el Atlético con la obligación de dar la vuelta a una eliminatoria que se había puesto cuesta arriba en la ida tras la derrota por 2-1 en Rumanía. Esta presión provocó varios cambios en el once inicial, entre los que entraron Agüero y Forlán, que se quedaron sin vacaciones para jugar este partido, Maniche, Pablo y Jurado, para intentar el ansiado objetivo de volver a Europa siete años después.
Aguirre planteó un partido muy serio, en el que el Atlético debía dominar el juego y tener paciencia. La movilidad de sus delanteros, que impidieron una referencia clara arriba, facilitó que la defensa rumana se abriera, pero el escaso juego por banda, que se espera solucionar con la llegada de Simao, imposibilitó un juego fluído arriba.