El acto se desarrolló en el mediodía del sábado 8 de marzo cuando se festejaba en todo el Uruguay el día de la mujer tras haber denunciado públicamente que en los últimos seis años murieron más de 160 mujeres como consecuencia de la violencia doméstica.
Sin embargo el acto tuvo una introducción en lengua gallega al pie del busto de Rosalía en la Plaza Galicia de la costanera montevideana, para acabar tras el discurso del vicepresidente del Centro Gallego más antiguo del mundo, José Segade, con la interpretación de un popurrí de música gallega por parte de la banda infantil del Centro Valle Miñor, con niños de entre 10 y 13 años de edad.
El año pasado había sido el Bloque Nacionalista Galego quien ocupara la Plaza Galicia para homenajear a la mujer con presencia de autoridades de la Xunta de Galicia y del Gobierno uruguayo, pero en esta ocasión y por primera vez lo organizó el Centro Gallego y su vicepresidente explicó que la institución “no quiere estar ajena en este día y reivindica los derechos de la mujer con la ley de igualdad y hace su aporte a través de este acto y apoya totalmente ese hecho”.
Consultado acerca del papel que jugó la “mujer emigrante gallega que fue muy importante: fue la precursora de cuidar a los hijos, de atender a su esposo e inclusive salir a trabajar porque no alcanzaba el sueldo de una persona sola, del hombre en éste caso”. “Creo que ha sido muy importante y el hecho de tener hoy las posibilidades de acceder a determinados lugares de gobierno, creo que con la experiencia que ha tenido puede llegar a logros muy importante”, remarcó.
Segade también explicó que en el Centro Gallego recién en 1985 se le concede el derecho a las mujeres socias del mismo a votar y ser electas dirigentes.
Al respecto replicó que “el Centro Gallego tiene muchas mujeres en su directiva, no como titulares que tenemos dos, pero hay varias suplentes y también las hay en la comisión, por lo que creemos que somos una de las directivas con más participación femenina”.
Sin embargo, remarcó de la ausencia de mujeres en el resto de las directivas de los centros gallegos donde son minorías en todas ellas, menos en el Patronato, que “depende también del tiempo que tienen y además no son propensas a llegar a una directiva en forma masiva, más bien hace cuatro años están acercándose a las directivas y saben que pueden desenvolver un papel preponderante en ellas”.
Concluyó indicando que trabajando son las que hay más, expresando que “las instituciones están basadas en los pilares de las mujeres”, concluyendo enfáticamente que “si las mujeres no estuvieran en las instituciones, las instituciones no existirían”.
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Acto en el Patronato da Cultura Galega
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Una cubana hija de emigrantes gallegos que viviera en los dos últimos siglos fue recordada por el Patronato da Cultura Galega de Montevideo para celebrar el 8 de marzo.
Se trata de la maestra y periodista Mercedes Vieito Bouzas, que vivió entre 1887 y 1960, siendo definida como una defensora de la justicia social, que tuvo una trascendencia única tanto en el mundo del periodismo como en la enseñanza.
Ante un atento auditorio se proyectó fotografías de la insigne homenajeada, al tiempo que se leía su trayectoria y demás circunstancias que vida que la llevaron a ser cuadro décadas después de su muerte ejemplo para las mujeres de la emigración gallega.
La presidente del Patronato, Ana Lorenzo, explicó que “queremos con este homenaje resaltar la contribución de la mujer gallega a lo que ha sido históricamente la sociedad y la cultura de su país. Es la mujer a la que todo le cuesta mucho más, el reconocimiento le cuesta más, llegar a las posiciones que ocupa el hombre le cuesta más”, resaltando Lorenzo que “ojalá no tuviéramos que celebrar un día de la mujer”, reflexionando que “quizás algún día no tengamos que celebrarlo, ese será el día en que hombres y mujeres seamos dos partes complementarias de lo que es el ser humano y ese sería el día en el que hombres y mujeres estén sin diferencias de genero y en igualdad de derechos y oportunidades”.
Sin embargo en la única institución gallega del Uruguay donde esa diferencia de género se da al revés, es en el Patronato, donde en la directiva hay tan solo dos hombres junto al resto que son mujeres.
La presidenta señaló que “la sociedad gallega y a nivel mundial se da al revés. Pero en el Patronato, somos mayoría las mujeres numéricamente, pero trabajamos en consenso uno al lado del otro y eso es lo más importante, lo que hay que buscar y rescatar”, concluyó.