Según un estudio de la Fundación Alternativas entre 2008 y 2012 emigraron unos 700.000 españoles

Casi el triple que los datos oficiales que cifran en 225.000 el número de expatriados en dicho periodo de tiempo

El estudio ‘La nueva emigración española. Lo que sabemos y lo que no’ elaborado para la Fundación Alternativas por la investigadora del Instituto de Economía, Geografía y Demografía del CSIC (IEGD) Amparo González-Ferrer, estima que entre 2008 y 2012 habrían emigrado alrededor de 700.000 españoles y no los 225.000 que recogen las cifras oficiales españolas.

Según González-Ferrer “es evidente que la emigración de españoles, sin ser masiva, está aumentando con y por la crisis. Y además que lo está haciendo a un ritmo muy superior al que sugieren las cifras españolas, que miden mal y con retraso esta emigración”.

En este estudio también se destaca que las salidas hacia el Reino Unido, nuestro principal destino en la actualidad, no solo no han dejado de crecer sino que en el último año y medio lo han hecho a un ritmo superior que los flujos de todos los demás países del Sur de Europa, lo que nos convierte en el segundo emisor de emigración laboral a Gran Bretaña por detrás tan solo de Polonia.

Asimismo, la investigadora señala que los jóvenes entre 18 y 24 años y entre 25 y 34, aún siendo mayoría, han perdido algo de peso relativo en las salidas a favor de los mayores de 35. Igualmente, entre 2008 y 2012, los flujos de salida se han masculinizado. Todo ello hace pensar en la disminución de los que emigraban para estudiar en el extranjero mientras se acentúa la laboralización de nuestros flujos, lo que tenderá a retrasar, en media, el momento del retorno.

Para mejorar la información estadística oficial la autora del estudio propone como mejoras razonables facilitar y flexibilizar las condiciones de inscripción en los consulados, mejorando los horarios de atención al público y aligerando la burocratización del proceso; modificar y ampliar el concepto de emigrante subyacente para contar no solo a los que pueden demostrar que se quedarán más de un año fuera y quieren darse de baja en el Padrón; y recoger información sobre el momento de emigración (no sólo de registro), el nivel de estudios y la situación laboral antes de marchar.