En la Masía de Can Rull, con la ostentación y el boato de las grandes ocasiones, los hijos de Dolores (algunos de ellos socios de la entidad quisieron celebrar y compartir en la sede de Los Ballesteros, una fiesta tan entrañable e íntima como los actos del centenario de su madre. Dolores ha cumplido cien años, tiene una salud de hierro -Dios se la conserve- y la cara como una rosa.
La fiesta fue todo un éxito. Los noventa invitados disfrutaron de una excelente paella, acompañada de aperitivos, bebidas y una sobremesa, en la que no faltaron los agasajos de todo tipo, en honor de la homenajeada y como no, la presencia del alcalde, Manuel Bustos, que le hizo entrega de un ramo de flores. También estuvieron presentes Radio Sabadell y el Canal Catalá del Valles. El coro rociero de la agrupación, acompañado de la familia, le cantó el «Cumpleaños Feliz», y después del pastel hubo música y baile, para regocijo de todos los presentes, hasta bien vencida la tarde.