Rumí confía en que la Ley de Dependencia se aplique a los residentes en el extranjero

La secretaria de Estado acudió a la Euroferia en Bruselas

“Espero que la ley se aplique también a los residentes en el extranjero, es una oferta programática del Gobierno”, afirmó la secretaria de Estado durante la inauguración de la Euroferia Andaluza de Bruselas.
De este modo, dijo Rumí, “se arbitrarán las medidas para que ese pilar del estado del bienestar que tendrán todos los españoles lo disfruten también los que residan en el extranjero, tal y como dice el Estatuto de Ciudadanos Españoles en el exterior”.
La ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a Personas en Situación de Dependencia está diseñada para beneficiar a aquellas personas que necesitan ayuda para realizar su vida diaria, en especial, ancianos y discapacitados graves.
La secretaria de Estado hizo estas declaraciones después de mantener un encuentro con un grupo de emigrantes españoles en la Consejería Laboral. Rumí conversó distendidamente con los presentes acompañada por el director general de Emigración, Agustín Torres. También acudió el alcalde de Bruselas, Freddy Thielemans.
Durante su estancia en la Euroferia, acompañada por el presidente de honor de la organización, Federico Gallo, y por el actual presidente, Antonio Wolf, Rumí mostró su asombro por la capacidad de convocatoria de la organización ya que en los cuatro días que dura este evento más de 180.000 personas
Consuelo Romí dijo haberse encontrado “con un trocito de Andalucía en Bruselas” al acudir a la inauguración junto con otros representantes políticos y diplomáticos españoles.
Según afirmó Rumí, el carácter multicultural de la Feria “demuestra el carácter abierto de los españoles en general, y de los andaluces en particular”.
“La Euroferia se ha convertido en una fiesta de la ciudad, y además de ser una feria temática de los andaluces, en ella están representados los sudamericanos, que son los que más se parecen a nosotros”, dijo a Efe el organizador del festejo, Federico Gallo.
Esta feria, “la más grande de Europa después de las andaluzas”, nació de la nostalgia de los emigrantes españoles, “aunque pronto comenzó a atraer el interés de la comunidad latinoamericana y de los belgas”, dijo Gallo en la inauguración del evento, organizado con la colaboración del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales de España.
Ante las previsiones de afluencia para esta edición, el recinto se tuvo que ampliar hasta cubrir cuatro hectáreas, por las que se distribuyeron casi más de un centenar de casetas y expositores.