Robinho compareció ante la prensa, a la que había citado él mismo el domingo unas pocas horas antes del encuentro del Real Madrid ante el Deportivo de A Coruña para el que ya no estaba convocado. Lo hizo para pedir al Madrid, a un día y medio del cierre del mercado de fichajes, que acepte la oferta del Chelsea. Está dispuesto a quedarse en la grada si le retienen. “La situación no ha cambiado nada. Siguen las negociaciones, yo sigo con la misma idea de marcharme del Real Madrid, quiero jugar en el Chelsea. Se lo he dicho al presidente, directivos, Mijatovic y al entrenador. Por enésima vez lo digo ante la prensa. Todavía el entrenador piensa que me puede recuperar, pero mi cabeza está en el Chelsea”, afirmó.
El delantero brasileño conoce que el principal defensor de su continuidad en el Real Madrid es Bernd Schuster. Por eso, dio un paso más en su estrategia y por primera vez se enfrentó públicamente al entrenador alemán. “Schuster no es mi padre, es mi entrenador. No me va a obligar a hacer nada. Está mirando sus objetivos y yo el mío”.
El club, que emitió un comunicado de respuesta, emplaza a Robinho a rescindir el contrato y critica que el brasileño se haya pronunciado en vísperas de un “importante partido oficial” en el que toda la atención “debe centrarse en el mismo”.