Retos para el futuro

En esta celebración también se encontraba presente el cónsul español Manuel Fairen, que ya es su segunda residencia en Uruguay en este cargo, por lo que nos tomamos el atrevimiento de consultarle sobre el futuro de la FIEU, replicando que “no puedo aventurar cuál es el futuro, sí desearía que fuera un futuro muy promisorio, que consiguieran la unidad de todas las instituciones y que caminaran adelante juntos porque es la única manera de que las cosas vayan adelante y haya progreso para nuestra querida colectividad española del Uruguay, que se nuclea a través de los centros y cuanto más unidos estén tendrán más fuerza y más cosas podrán hacer”.
Aseguró también que “hay que tener en cuenta de que de los casi setenta mil españoles inscriptos en el Registro de Matrícula, dos tercios o puede ser que casi el 80% son personas nacidas en Uruguay”, aclarando que “son españoles como cualquier persona nacida en Galicia o en Madrid o donde sea, pero son españoles nacidos en Uruguay, y no tienen la misma motivación -como es normal- de aquellos emigrantes que en la primera época se reunían y juntaban para poder rememorar a la patria que acababan de dejar y también porque estando unidos conseguían más cosas”.
La uruguaya “es una sociedad muy abierta, y hay algunos hijos de esos españoles que se interesan por acercarse a los centros y otros no. Está en los centros el tratar de acercar a esa juventud, darle alicientes para que se acerquen y darle puestos directivos para hacer un cambio generacional en cuanto a puestos directivos”, prosiguió Fairen.
“Hay cosas para hacerlo, hay instrumentos, yo no digo que sea fácil y no es mi labor ocuparme de eso, sino dar mis buenos oficios e incentivarles, pero es una labor de los centros, que tienen que concienciarse de que si quieren que los centros pervivan, tienen que dar paso a la siguiente generación y si no, por el paso del tiempo, desgraciadamente terminarán por desaparecer si no hay un cambio generacional y que los jóvenes se interesen por pertenecer a estos centros y por dirigirlos también”.
El cónsul español concluyó expresando que “el problema está sobre la mesa, no ahora, está desde hace muchos años; hay que seguir insistiendo sobre eso y procurar la unidad de los centros y el cambio generacional que son los dos problemas de fondo que tiene nuestra colectividad”.