Repatriados a España los cadáveres de los siete turistas asesinados en Yemen

En el avión viajaron también cinco de los seis heridos y el ministro de Industria

Una de las supervivientes en el ataque tuvo que permanecer en el país árabe debido a su grave estado de salud.
El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, acompañado por representantes de los gobiernos vasco y catalán y de familiares de las víctimas, esperaron la llegada del avión en la base aérea de Torrejón de Ardoz.
En el airbus viajaban el ministro de Industria y Turismo, Joan Clos, y el secretario de Estado de Exteriores, Bernardino León.
Los heridos fueron trasladados en un primer momento al Hospital Gómez Ulla de Madrid, donde se les trató de sus lesiones. Los médicos dieron de alta a dos de ellos poco después, pero los otros quedaron ingresados hasta que su estado de salud les permitió viajar a centros hospitalarios de sus respectivos lugares de residencia.
Sólo una de las heridas no pudo viajar con sus compañeros a España por encontrarse muy grave. Un neurocirujano y familiares de la mujer viajaron hasta el país árabe para acompañarla.
Los cadáveres fueron trasladados al Instituto Anatómico Forense, donde se les practicaron las autopsias, para salir después rumbo a sus ciudades de origen, la mayoría en Cataluña y el País Vasco, donde recibieron sepultura.
Los príncipes de Asturias y la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, acudieron junto a las familias de las víctimas para darles sus condolencias y su apoyo.
El atentado se produjo en la tarde del día 2, cuando el grupo de turistas se encontraba visitando el templo de la Reina de Saba, situado en la provincia de Mareb. En ese momento, un coche embistió a los dos vehículos centrales de los cuatro que componían el convoy en el que viajaban los turistas españoles.
Además de las víctimas españolas, en el ataque murieron dos ciudadanos yemeníes.
Detenciones
Sobre la autoría del atentado, el ministro Moratinos, dijo que el Gobierno yemení creía que el atentado fue un ataque “contra el sector turístico de país y del Islam”, y que todo apuntaba a Al Qaeda como autora del mismo.
Pocos días después del atentado, las autoridades del país árabe detuvieron a una docena de sospechosos y mataron a uno en un enfrentamiento con la policía.
Por su parte, policías y guardias civiles españoles viajaron hasta Yémen para colaborar con las investigaciones, a través del Equipo Policial Conjunto de Apoyo ante Grandes Ataques Terroristas, según informó Interior.
Las reacciones de repulsa por el atentado llegaron de todas partes. Entre ellas, la del secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, que condenó el atentado, o la del Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico. También se produjeron manifestaciones en la capital yemení, en solidaridad con las víctimas españolas.