Renfe anunció que a finales de año, en cuanto quede abierto el tramo de AVE entre Madrid y Valladolid, la duración de los viajes desde el Principado a la capital se reducirá en una hora y media. Llevarán 4 horas y 15 desde Oviedo y 4 horas y 45 minutos desde Gijón. Ahora requieren, respectivamente, 5 horas y 45 minutos y 6 horas y 15.
La compañía aprovechará las oportunidades que brinda la modernización de parte del trazado hacia Asturias para hacer cambios en los servicios que presta. El tren nocturno, el histórico ‘Estrella Costa Verde’, desaparecerá. A cambio, los viajeros dispondrán de más enlaces diurnos con Madrid. Los dos talgos diarios pasarán a ser tres y Renfe estudia la rentabilidad de ofrecer un cuarto tren.
La puesta al día llegará también al material. La compañía somete ya a pruebas la nueva generación de Talgo-Bombardier, el modelo S-130, provisto de un sistema que le permite rodar tanto en vías con el ancho ibérico tradicional de Renfe como por los nuevos recorridos de alta velocidad, en los que puede superar los 250 kilómetros por hora. Además, el recorte del tiempo de viaje se logrará gracias a la reducción de las distancias al abrir dos nuevos túneles que rebajarán el trayecto Madrid-Valladolid de 248 kilómetros a 179,5, casi 70 menos.
El tren-tran
Por otra parte, el sistema de trenes-tranvía incluirá servicios sin transbordo desde Oviedo, Gijón y Avilés al aeropuerto de Asturias, señaló el director general de Transportes del Principado, Julián Bonet, mejorando las comunicaciones de la terminal de Castrillón con las tres mayores ciudades de la región.
La futura red incluirá además puntos de conexión que harán posible acceder al aeropuerto desde otras localidades, aunque en esos casos sí será necesario un cambio de tren.