Regimiento Asturias, “Asturiano Universal” de los Centros y Casas de Asturias de Madrid y Toledo

Cosme Sordo con el coronel del Regimiento.

 

El Regimiento de Infantería Mecanizada “Asturias 31” recibio el título de “Asturiano Universal” que conceden las Casas de Asturias en Alcobendas y Alcalá de Henares y los Centros Asturianos de Madrid, Toledo y Tres Cantos. Hizo la presentación Jesús Dolado Esteban, miembro de la Asociación Retógenes de Amigos de la Historia Militar.

El acto fue presidido por Cosme Sordo y Orlando Cuervo, presidentes del Centro Asturiano de Madrid y la Casa de Asturias en Alcalá de Henares.

El Regimiento de Infantería Mecanizada «Asturias» n.º 31 es una unidad de infantería mecanizada del Ejército de Tierra Español. El Regimiento «Asturias» forma parte de la Brigada de Infantería Acorazada «Guadarrama» XII, que a su vez está integrada en las Fuerzas Pesadas, antigua División Mecanizada “Brunete” n.º 1.[1]

Fue creado el 3 de febrero de 1663 en el Principado de Asturias, recibiendo la denominación de Tercio de Asturias. Su primer jefe fue Álvaro Navia Osorio y Vigil, vizconde del Puerto y marqués de Santa Cruz de Marcenado.

En 1936, antes de la Guerra Civil Española, pasó a llamarse Regimiento de Infantería Covadonga n.º 4 para ser disuelto al inicio de dicha guerra, después del fracaso en el asalto al Cuartel de la Montaña, y al final de ella, tras una nueva reorganización, fue rehabilitado y nombrado como Regimiento de Infantería n.º 44. En 1944 volvió a su antiguo nombre Regimiento de Infantería Asturias n.º 31, con sede en El Goloso (Madrid).

En la actualidad se le denomina Regimiento de Infantería Mecanizada Asturias n.º 31, título que obtuvo en el año 1965.

Manzana de Oro a Díaz Río

Por otra parte, el Centro Asturiano de Madrid entregó la “Manzana de Oro” a Eduardo Díaz Río, doctor ingeniero de Caminos y ex gerente de la Central Nuclear de Trillo, quien fue presentado por la también “Manzana de Oro”, María Teresa Álvarez, condesa de Latores, viuda de Sabino Fernández Campo, que dijo que era un honor amadrinarle y enfatizó también su relevancia profesional, con innumerables éxitos en su carrera, su discurrir humano y su amor a la tierra que le vio nacer y que le empuja a escaparse a Asturias, a Noreña, para contemplar su extraordinario paisaje, pomaradas incluidas.

Francisco Rodríguez, presidente de Industrias Lácteas Asturianas-Reny Picot y presidente del Consejo Superior de la Casa Regional astur-madrileña prendió la bella manzanina áurea en el traje de Eduardo Díaz Río, quuien emocionado, recordó a sus seres queridos y dio las gracias a todos: al Centro Asturiano de Madrid, a María Teresa Álvarez y a los asistentes.