“Quien no llegue al 30 por ciento de los votos no debería poder gobernar, para evitar así que se unan seis partidos y ocupen todas las instituciones”, dijo el dirigente popular en una comparecencia pública.
“No debe ocurrir que con un 47 por ciento de los votos quede uno fuera”, dijo en alusión a casos recientes, como el de Baleares, donde los acuerdos entre el PSOE y las minoritarias UM y Bloc dejaron fuera del Gobierno autonómico al PP, que se quedó a un escaño de la mayoría absoluta en las elecciones del 27 de mayo. “Es una falta de respeto a la democracia”, añadió Rajoy. La propuesta fue muy criticada por el resto de los partidos, sobre todo, los nacionalistas. Así, PNV y ERC acusaron a Rajoy de pretender vulnerar el juego democrático.
Para el PSOE, la reforma propuesta sería contraproducente para el propio PP porque “destrozaría” gobiernos en los que participan los populares.
Rajoy ya auguró que no contará con el apoyo de los socialistas porque, según dijo, “son los grandes beneficiados” de la actual legislación.
El dirigente popular no especificó si su reforma incluirá o no dos vueltas, al igual que ocurre en países como Francia.