Varios miles de personas que abarroban el salón principal del Auditorio de León recibieron de pie con una gran ovación al líder del PP. Mariano Rajoy, tras dar las gracias al presidente fundador del PP, Manuel Fraga –que asistió a las dos jornadas de la Cumbre- y al presidente de Honor y expresidente del Gobierno, José María Aznar –que estuvo en la inauguración- y a los que le precedieron en la palabra en el acto de clausura, comenzó su intervención alabando a los españoles residentes en el exterior, puesto que son “personas que defienden nuestras ideas, principios y valores fuera de España”. Rajoy recordó su apuesta por la atención a los emigrantes. “Hace poco más de dos años propuse un la creación de un departamento propio para la emigración dentro del Partido Popular y le encargué esta labor a Alfredo Prada. Como gallego que soy sé lo que es irte de casa y sobre todo cuando esta decisión no es voluntaria”, explicó el jefe de la oposición, quien añadió que lo hizo porque cree “en la igualdad de derechos de todos los españoles, vivan donde vivan”.
Mariano Rajoy señaló, en referencia a los residentes en el extranjero, que “nos importa lo que les pasa y quiero ayudarles a que participen en la vida política de su país. Los resultados están a la vista, antes el PP estaba organizado en ocho países y ahora contamos con presencia institucional en 25”. Y dirigiéndose a los representantes del partido en la emigración indicó: “Gracias por vuestra dedicación, por vuestro esfuerzo, por difundir nuestro proyecto e ideas”.
El presidente del Partido Popular lanzó un nuevo guiño a la diáspora en el discurso que realizó en la clausura de la 1ª Cumbre del PP en el Exterior haciendo referencia a sus conclusiones, que se dieron por buenas en la reunión del Consejo de Residentes en el Exterior. “Hemos aprobado una parte importante de nuestro programa electoral para las 13 comunidades autónomas en las que hay elecciones en mayo: la referida a los españoles en el exterior”.
Rajoy analizó la “situación muy difícil” por la que atraviesa España, “de grave crisis no sólo económica, sino también social e institucional, los detalles ya los conocéis, ni me voy a referir al Gobierno, si es que se le puede llamar así. Hoy ya no nos importa ni el Gobierno ni su presidente, sino el tiempo que estén ahí y lo que tarden en darles la palabra a los españoles. Una mayoría de españoles mira al PP como solución, por tanto nuestra obligación es estar a la altura de las circunstancias, no defraudar a nadie. Este es nuestro objetivo y me voy a aplicar a ello. España necesita un cambio político, que liderará PP. Somos un partido abierto a todos, tenemos que integrar a más personas, incluimos a todos los españoles, vivan donde vivan”.
La situación de los jóvenes
Para ello apostó por liderar un proyecto político que incluye la recuperación de valores, como la Justicia, el trabajo, el mérito, el esfuerzo y la responsabilidad, incluso para aprender de la crisis. Y recuperar una España respetada en el exterior, basada en la democracia, la libertad y los derechos humanos. Queremos trabajar con una Iberoamérica también en democracia y que respete los Derechos Humanos. Además, el PP cree en Europa y en el euro”.
El presidente nacional del Partido Popular indicó que “lo que ocurre hoy en España es injusto” y lo explicó, entre otros muchos factores, por el paro juvenil”. Y añadió que hoy se está produciendo una nueva emigración, con la salida de “1.200 españoles jóvenes al mes a Argentina, como hemos leído recientemente”. Además se lamentó de que se trata de una generación muy preparada.
Pese a todo esto, Mariano Rajoy quiso lanzar un “mensaje de esperanza. El PP sabe gobernar y gestionar y lo hemos demostrado cuando estábamos en el Gobierno. Haremos lo que hace la gente formal y seria, presentar un plan económico para cuatro años, para dar confianza y certidumbre a los agentes económicos y sociales. Y en los próximos meses nos dedicaremos a seguir concretando propuestas”.
Finalmente, acusó al Ejecutivo de Zapatero de querer mantenerse a toda costa en el poder. “El Gobierno, el único objetivo que tiene es resistir. Lo mejor sería, y ellos lo saben, que las cosas cambiasen ya, que los españoles puedan hablar y decidir. Si no se lo permiten, al menos cabe exigir y lo voy a hacer, que gobiernen y que gobiernen bien, si es posible, y no como ahora, instalado en las contradicciones y los bandazos. Y esto solo lleva a la pérdida de confianza dentro y fuera de España”, concluyó.