Rafa Nadal se impone sin problemas a Ferrer en la final del Conde de Godó

Hasta 16 bolas de break concedió Ferrer, una estadística que condenó cualquier atisbo de sorpresa en un duelo donde Nadal demostró que sobre tierra batida y sin problemas físicos es un tenista sin apenas rivales a día de hoy. En Barcelona ganó sin ceder una sola manga, perdiendo sólo 16 juegos en todo el torneo.
Algo mermado físicamente, el jugador de Javea entró con brío en el partido y aguantó los primeros envites para acabar desinflándose según avanzaba la primera manga. Su revés y especialmente su servicio fueron mermas demasiado exigentes para un duelo del que se esperaba algo más.
Tras ceder el primer set, el alicantino se fue en busca de la red y arriesgo más de lo permitido en busca una solución que llegó en forma de break: con 2-4 arriba en el marcador tuvo la oportunidad de entrar en el partido y cambiar la historia de una final que Nadal supo cerrar desde el resto. Dos nuevas roturas fueron definitivas para el balear que volvió a hacer de su derecha su mejor arma y que fue mucho más incisivo en los momentos decisivos del duelo.