Añadió que tratar de buscar problemas donde no los hay constituye “racismo lingüístico que no estamos dispuestos a tolerar”.
Quintana considera que, en un mundo globalizado, la identidad propia nunca es un problema, sino una riqueza y un valor añadido que “tenemos que aprovechar”. El vicepresidente explica que, desde fuera, intentan trasladarnos una guerra lingüística y de identidad que nada tiene que ver con la realidad gallega, según señaló. “No hay causa justa en el mundo que se pueda sustentar en una mentira”, insistió, al tiempo que reivindicó la actitud y el trabajo “de los gallegos y gallegas por mantener nuestra identidad como la mejor respuesta a estos ataques. Añadió que “los gallegos y gallegas somos un pueblo con identidad propia que puede vivir con todas las culturas”, además de reclamar “para nuestra lengua, nuestra identidad y nuestra cultura el mismo estatus que para el resto de las culturas”.