En ese punto hay diferencias entre socialistas y populares y, desde luego, entre estos y el Bloque Nacionalista Gallego.
El debate sobre el voto emigrante se desarrolló en un seminario organizado por el Consello da Cultura Galega a través de su Arquivo da Emigración Galega celebrado el pasado 1 de febrero y en el que participaron también expertos e investigadores junto con los dos ponentes: el profesor mejicano Carlos Marino Navarro Fierro y el periodista gallego Anxo Lugilde.
Todos coincidieron en la necesidad de reformar el sistema electoral de los residentes en el exterior. El problema es cómo, cuando y con qué consensos hacerlo, partiendo de la voluntad, más o menos decidida, de los grupos mayoritarios, PSOE y PP, y de la notable incidencia que ese voto tiene en Galicia.
Marisol Soneira (PSOE) se mostró partidaria de la circunscripción única, solución que no vio muy clara Castelao Bragaña (PP). Por su parte, Carlos Aymerich (BNG) se declaró partidario de limitar el derecho al sufragio, en contra de las posiciones defendidas por socialistas y populares.
A esa demanda se refirió también el periodista y politólogo Anxo Lugilde que defendió la creación de una circunscripción específica en el Senado, para lo cual habría que modificar la Constitución, e hizo hincapié en la necesidad de resolver el problema del encaje de los emigrantes en el juego político gallego, “del que no pueden ser excluidos”. Para Lugilde “sería una injusticia histórica aplicar el sistema del péndulo y pasar de la máxima generosidad en el sistema electoral de los expatriados a un modelo altamente restrictivo”.
Por su parte, Carlos Marino Navarro Fierro, del Instituto Federal Electoral de México, que habló del voto extranjero en perspectiva comparada, afirmó que no debe perderse de vista a dimensión y la complejidad del voto en el exterior y recordó que cualquier decisión al respeto “guarda relación con las condiciones y exigencias particulares de cada contexto y que no hay prescripciones sobre dispositivos y prácticas de validez y alcance universal”.
El debate fue moderado por Ramón Villares, presidente del Consello da Cultura Gallega, y en él participó también, al igual que en su preparación, el profesor Xosé Manuel Núñez Seixas.