“Prohibir el derecho al voto en las elecciones municipales a todos los emigrantes es muy complicado con la Constitución en la mano”

El catedrático Roberto Blanco Valdés afirma que los partidos han abusado de un sistema que no tiene todas las garantías y ahora le echan la culpa a los emigrantes

El catedrático Roberto Luis Blanco Valdés.

“Parece razonable que una persona que tiene la nacionalidad española pueda votar en España. Otra cosa es quién debería tener la nacionalidad española. No tengo ninguna duda de que los españoles de origen son españoles a todos los efectos, no hay duda. Y, consecuentemente, no tengo ninguna duda que los españoles de origen deben poder votar en las elecciones en España”. Así se manifiesta el profesor Roberto Luis Blanco Valdés, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Santiago de Compostela y uno de los más destacados comentaristas políticos de Galicia.

Respecto a la posible eliminación del derecho al voto de los emigrantes en las elecciones municipales considera que “desde el punto de vista legal, con el artículo 14 de la Constitución en la mano, es muy complicado privarles del derecho al sufragio porque la Constitución lo dice con absoluta claridad: todos los españoles son iguales ante la ley”.

Por otra parte se muestra totalmente en contra de la ‘criminalización’ que se hace de los emigrantes a causa de las irregularidades en el sistema de votación. “Me parece absolutamente injusto que sobre la base de un procedimiento que es legal se eche la culpa de utilizar ese procedimiento legal a los emigrantes. Porque los que hacen los chanchullos son los partidos, no los emigrantes. El problema no es de los emigrantes, es del sistema y lo que hay que cambiar es el sistema”. Y añade que “los partidos han utilizado ese sistema de una manera absolutamente abusiva durante mucho tiempo y ahora le echan la culpa a los emigrantes de lo que ellos han potenciado que era un sistema que utilizaban para sacar votos. La prueba es que los partidos pedían la reforma cuando estaban en la oposición y llegaban al Gobierno y no lo reformaban”.

Sobre el sistema de voto afirma que es evidente que actualmente “no ofrece garantías” pero plantea algunas dudas sobre cómo hay que articularlo. Respecto al voto en urna -una de las posibilidades barajadas- indica que “tiene tantos problemas que puede equivaler a que los emigrantes no voten”.

Un problema práctico, no teórico

Para Blanco Valdés el problema del sufragio de los residentes en el exterior se plantea en España “como consecuencia del hecho de que hay cientos de miles de personas inscritas en el CERA que pueden varias un resultado electoral. Si no fuese así, nadie hubiera discutido el derecho a votar en España”.

En este sentido explica que “de un principio teórico correcto -que los nacionales de un país puedan votar en cualquier tipo de elección de ese país, incluidas las municipales- se produce, en el caso concreto de España, un efecto con un resultado descabellado como consecuencia de factores diversos”. Entre estos factores Blanco Valdés destaca la extensión de la nacionalidad sin ningún tipo de condición, la inscripción de oficio en el CERA y el hecho obvio de que España cuenta con un altísimo número de residentes en el extranjero.

En opinión del catedrático estos efectos podrían corregirse, sin necesidad de eliminar  el derecho al voto, revisando el trámite de inscripción en el CERA, para que no fuera de oficio. Asimismo, considera que también habría que estudiar la posible modificación del Código Civil para que el acceso a la nacionalidad de las terceras generaciones y sucesivas no llevase aparejado de manera automática el derecho de sufragio.

En este punto concreto añade que “la existencia o no de limitaciones al derecho de sufragio de los españoles en el exterior debe estar en función de cuanto se extienda la nacionalidad (hijos, nietos, etc.) de forma que cuanto más se extienda ésta menos factible es que pueda votar todo el mundo”. “Se trata de una cuestión de arraigo -señala- que es distinto entre los nacidos en España, sus hijos y sus nietos. Porque la nacionalidad no solo tiene que ver con el nacimiento sino con las condiciones en las que uno se educa”.