Profundo pesar entre la colectividad andaluza en Uruguay por el fallecimiento de Beatriz Villalba

“Día triste para el flamenco en Uruguay, cuando Antonio Villalba nos dejo el flamenco se quedo sin alma, ahora que nos deja Beatriz Villalba, se queda sin frescura y pureza, gran persona, mejor madre, y una hermana irrepetible”. De esta forma se despedía el bailaor Miguel Ángel de su hermana Beatriz Villalba Gordillo.

Nombrar a Beatriz era hacer referencia a la colectividad andaluza, tanto por quién fue su padre, el cantaor Antonio Villalba, nacido en Morón y emigrado a Uruguay junto a su esposa e hijos, para luego tener a Beatriz en Montevideo. “De ellos me viene el arte y la pasión por el flamenco de nuestra tierra, Andalucía”, había confesado Beatriz a Andalucía Exterior en un curso que organizara años atrás la Junta de Andalucía.

Pero los Villalba habían conformado un grupo, junto a su esposo e hijo, además de otros músicos, que recorrían todo el Uruguay mostrando la cultura andaluza con su cante y baile e inclusive, además de su academia privada, también Beatriz daba clases en la Asociación Comunidad Valenciana de Montevideo.

Desde el pasado 25 de marzo toda la colectividad española en Uruguay y el arte de esta margen del Plata quedó impactada por la desaparición física de Beatriz Villalba, luego de una lucha contra la enfermedad que la mantuvo alejada de los tablaos en los últimos meses.