Presentan en Montevideo el libro ‘España dividida’

Recoge entrevistas a emigrantes sobre la postguerra y el inicio de la dictadura

El titular del Club Español, Víctor Moldes, durante la presentación y al fondo las autoras.

Fue presentado en el Club Español de Montevideo el libro ‘España dividida’ con entrevistas a emigrantes sobre la época de la postguerra y el inicio de la dictadura española.

El libro fue escrito por las profesoras de historia Daniela Garino y Stella Arrieta, con la colaboración del integrante del Consejo de Residentes Españoles, Miguel Pérez Borba, quien unió su interés de contactar españoles que hubieran vivido aquellos duros años de la década del treinta y cuarenta del siglo pasado, con la finalidad de que esas historias no se perdieran con los años.

Las profesoras confesaron que además también fueron invalorables las ayudas de sus alumnos, a quienes les pidieron si conocían españoles de aquella época dispuestos a hablar, y así fue como durante cuatro años fueron recogiendo esos testimonios y armándolos en esta obra.

Así que los protagonistas de este libro fueron Alfonso Freijanes, Ana García y Carlos Méndez Vigo, Ceferino Rodríguez, Francisca Ouviña, Celso Conde, Manuel Abal, Rafael Díez, Manuel Ameijenda, Iván Arquero, Jesús Carballal, Jesús Martínez, Jesús Rama, José Asencio, José Carracedo, José Caso y Olga Gutiérrez, José Luis de la Mano, Josefa Ferriz, Manuel López García, Manuel Sánchez, María González, Marina y Carmen Sande, Modesto Domínguez y Otilia Figueroa, Pilar Gavete y Lorenzo Ullana, Rafael Ferrer, Rogelio Martínez, Rogelio Pereiras, Santos Ramón y Serafín Ramírez.

La historia no contada

Mientras aguardábamos que se iniciara la presentación, descubrimos a un hombre de unos ochenta años que ya había adquirido su libro en la mesa de entrada y al que me atreví a preguntarle si era uno de los protagonistas: “creo que si”, me respondió sonriendo.

Se trata de José Luis de la Mano, un pontevedrés del ayuntamiento de Sanxenxo, que a los cinco años de edad perdió a su padre fusilado y a su madre en una embarcación pesquera bombardeada.

El diálogo fue entrecortado al quebrarse su voz al recordar aquellos años que para él fueron peor “los años de postguerra, porque a mi a los siete años (1942) ya no tenía más familia”. Criado junto a un compañero de su edad en la calle, en los sótanos abandonados, comiendo residuos y hasta defecaciones de animales, bebiendo leche robada a ovejas por la noche así como también papas que arrancaban en la oscuridad limpiaban y comían crudas.

La ropa que usaba eran bolsas de arpilleras y luego, cuando un veterano vecino les “avivó” recogían ropas y zapatos de los muertos encontrados en las playas de la zona, donde por las noches había enfrentamientos entre ambos bandos.

De la Mano, igualmente confesó con dolor la forma en que tenían que mutilar los cadáveres para quitarles las botas. “Esos recuerdos son los que me llevan cada dos meses a encerrarme y llorar, lloro mucho hasta que me desahogo”, explicó interpretando aquellos años no con odio sino con mucho dolor, con el sufrimiento que le ha quedado y que hoy a pesar de haber trabajado embarcado y tener un buen pasar en la actualidad, igualmente le sigue afectando todo lo que le tocó vivir.