Pleno del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior

Pilar Pin está de acuerdo con que se ponga en duda el derecho al voto de los emigrantes en las municipales

La directora de la Ciudadanía acepta los argumentos del Consejo de Estado y afirma que “es una cuestión de residencia”

Intervención de Pilar Pin.

Basándose en la existencia de un informe del Consejo de Estado en el que se plantea revisar el derecho al voto de los españoles residentes en el exterior en las elecciones municipales la directora general de la Ciudadanía Española en el Exterior se muestra favorable a que se haya abierto este debate e incluso ofrece argumentos en contra de dicha participación.
Pilar Pin señala que el voto en las municipales es “una cuestión de residencia” y aunque señala que como secretaria del pleno no se manifiesta sobre el informe aprobado por el Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior sobre la reforma de la Loreg -a pesar de elogiarlo repetidamente- indica que como directora general “creo que la ciudadanía española en el exterior debe mantener todos sus derechos”
Sin embargo, entiende que se ponga en duda el derecho de los emigrantes a participar en las elecciones municipales. “En el espacio de la UE cada uno vota donde reside independientemente del país en el que haya nacido”, afirma Pin que añade que en la actualidad España está firmando muchos tratados con países que no son de la UE, tratados internacionales en los que se reconoce a ciudadanos de otros países la capacidad de voto en España en las elecciones municipales y a los españoles la capacidad de voto en esos países de forma simétrica. “Entonces, si pueden votar en esos países se supone que aquí no. Si los inmigrantes pueden votar aquí en las municipales se supone que en su país no van a votar”, señala.
Añade también que “en mi opinión eso no tiene que afectar en absoluto a otras convocatorias electorales” y finaliza destacando que “alguien tendrá que llegar a alguna conclusión al respecto”.
“No confío en el voto en urna”
En cuanto al voto en urna su opinión también es totalmente desfavorable. “No confío en el voto en urna”, afirmó. “No hay posibilidad logística real para todo lo que se necesita”, añadió.
La directora de la Ciudadanía Española en el Exterior aseguró el voto en urna “puede representar un problema” según “todos los estudios técnicos y todos los informes que me están llegando y algunos son muy importantes de mucho fundamento en lo técnico y en lo jurídico”.
“No es una cuestión baladí hablar del operativo, de la logística y del método de votación. El voto en urna no siempre es posible por lo tanto habría que mantener el voto por correo. Si esto se mantiene así y no se introducen mejoras o cuestiones técnicas se puede dar incluso el doble voto. Una persona que vote por correo y al mismo tiempo que acuda a la urna si no se puede, de algún modo, identificar la opción de voto que puede tener”.
También manifestó un rotundo “no” a la extensión del voto rogado a todos los comicios y abogó por el desarrollo del voto electrónico y por mejorar el voto por correo. “Yo creo que habría que mejorar el voto por correo en aquellos países en los que hubiese esa posibilidad y, desde luego, creo que ya es el momento de plantearse un voto electrónico con garantías”.
Por otra parte, destacó que “habría que buscar un grado de informatización importante de los colegios electorales”, en referencia a la actualización del CERA, y recalcó que “sea cual sea el resultado de la reforma de la Loreg todavía quedará un largo recorrido de trabajo técnico en cuanto al desarrollo de reglamentos y a la logística de implementación del sistema de voto que se lleve a cabo con esta reforma”.
Recortes
Por otro lado, en cuanto a las reducciones presupuestarias para el próximo año, Pilar Pin no quiso dar datos concretos, como si hizo el representante del Ministerio de Asuntos Exteriores, Javier Elorza, aunque anunció que la reducción en los programas de ayudas será similar a la de este año y que se ha establecido como prioridad los programas que se desarrollen en Iberoamérica, en detrimento de los que se llevan acabo en Europa. “Aunque tenemos que mantener el tejido asociativo de los españoles en Europa, los programas pueden ser modificados sin que ello conlleve un riesgo de desaparición del movimiento asociativo ni un riesgo de falta de implementación de los programas”, señaló Pin.